La restauración de la azulejería de la Basílica, en marzo

Lola Morán Fdez.
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La alcaldesa remarcó que se ha completado el proyecto que ya existía para así realizar una rehabilitación integral y «que no sea un problema en pocos años»

La restauración de la azulejería de la Basílica, en marzo - Foto: L.T.

La restauración de la azulejería del pórtico de la Basílica del Prado arrancará en marzo, una vez culmine el proceso de licitación de las obras convocado desde el Ayuntamiento con un presupuesto cercano a los 248.000 euros. Así lo avanzaron este jueves en rueda de prensa la alcaldesa, Tita García Élez, y el concejal de Patrimonio, Sergio de la Llave, quienes informaron del proceso de restauración que se va a llevar a cabo en el marco de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI).

Tal y como indicó la alcaldesa, el plazo de presentación de ofertas para este contrato finaliza el próximo 11 de enero, con lo cual podría estar adjudicado en torno a mediados de febrero y poder así arrancar los trabajos en marzo. En cuanto al plazo de ejecución, es de 5 meses.

La alcaldesa reiteró que los azulejos del pórtico de la Basílica están «pidiendo a gritos que se restauren», apuntando además que «los vinilos dañan a la vista y además duelen casi tanto como los desperfectos que se causa a la cerámica con el paso del tiempo y por parte de aquellos que no respetan el patrimonio más preciado que tenemos».

«No podíamos permitir esta aberración, máxime conseguida esta declaración» de la Unesco, dijo, sino que «teníamos la obligación moral de arreglar el desaguisado que nos encontramos». En este sentido, quiso hacer hincapié en que el deterioro de la azulejería «no es de ahora» si bien en las legislaturas del Gobierno anterior «se decidió tapar con vinilo en vez de solucionar el problema».

Ahora, el actual equipo de Gobierno «ha hecho lo contrario, ha puesto pie en pared» y ha optado además por ampliar el proyecto «incompleto» que ya existía, que «no daba una solución definitiva» al estado de la azulejería. El proyecto actual proyecto persigue «que la rehabilitación sea integral, algo que ensalce que es la seña de identidad y se ponga de manifiesto el sentimiento de pertenencia» a la ciudad. De igual manera, se pretende que «las obras que hagamos sean de permanencia y no sean un problema en pocos años». ?

Con esta finalidad se ejecutará esta restauración de la azulejería del pórtico de la Basílica, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1993, enclavada a su vez en los Jardines del Prado, también BIC en la categoría de Jardín Histórico desde 2019. Esta azulejería, elaborada entre 1569 y 1571, forma parte de un conjunto «mucho mayor de azulejos»  de la desaparecida ermita del antiguo hospital de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio, tal y como recordó De la Llave.

Tras su desaparición, el historiador local Luis Jiménez de La Llave sugirió al Ayuntamiento de Talavera que la azulejería fuese recuperada y colocada en el pórtico de la Basílica, algo que se hizo ya en el siglo XIX. Desde entonces ha permanecido allí, si bien presenta una serie de daños que se van a reparar.

Intervención. La intervención llegará a unos 1.700 azulejos y supone «un largo proceso desde el punto de vista técnico» que contará con diferentes fases de trabajo. Una de ellas, de carácter previo, es la elaboración del «mapa de daños» que se hizo ya 2018, si bien «por delante todavía queda un largo proceso».

Así, se hará un análisis físico y químico de la cerámica para determinar las patologías que presenta y su composición; después se harán calcos o fotogrametría de la azulejería para elaborar un inventario pormenorizado de cada uno de los azulejos que se tienen que extraer. Será «probablemente una de las fases más complejas, extraer toda la azulejería en diferentes paneles, por lo cual el muro quedará desnudo y tendrá que volver a cubrirse temporalmente hasta luego reponer nuevamente los azulejos».

A continuación, se llevará a cabo el proceso de limpieza y desalación de las piezas ante los efectos de la humedad y otros agentes sobre la cerámica. Una vez completada esa limpieza, se procederá a la consolidación de la azulejería, «recomponer los azulejos, realizar el pegado, adherir diferentes elementos en las lagunas faltantes». Se hará en unos paneles conocidos como 'nido de abeja', un sistema portante «bastante ligero».

De igual manera, los azulejos faltantes o que haya que rehacer como réplicas facsímiles se harán en base a un criterio recogido en el pliego de licitación de las obras. Consiste en realizar el azulejo siguiendo el patrón cromático y técnico de la azulejería original «pero indicando una pequeña letra R de réplica para que el ciudadano pueda identificar visualmente que se trata de una réplica «.

Como indicó el concejal, este criterio puede ser modificado, al igual que otros del proyecto, si bien será Patrimonio quien finalmente autorice la actuación definitiva.

El último paso será la instalación directamente en el muro del pórtico de la Basílica, con esos paneles portantes y que deberá contener «una pequeña cámara de aire para que pueda respirar la nueva azulejería y pueda mantenerse en las mejores condiciones en los próximos años».