Progreso, herencia e idea de España

F. J. R.
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Enrique Navarro presentó ayer en Roca Tarpeya su último libro, 'Cristóforo', finalista del VII Premio Hispania de novela histórica. El encuentro casual entre el descubridor genovés y un comerciante judío camino del destierro hace de hilo conductor

Progreso, herencia e idea de España - Foto: David Pérez

A Enrique Navarro le cambia el tono de voz cuando se pone a hablar de historia. No puede ocultar la pasión y eso enriquece su discurso. Este madrileño afincado en Toledo desde hace años lleva tiempo cultivando su interés por los hechos del pasado, un entusiasmo que le llevó a ganar el Premio de Literatura Militar del Ministerio de Defensa en 1999 con un relato sobre el sitio de Malta y al que ayer, en el auditorio de la Real Fundación Toledo, sede del Museo Victorio Macho, añadió un nuevo hito con la presentación de ‘Cristóforo’.

Finalista del VII Premio Hispania de novela histórica, este último trabajo de Navarro surgió por casualidad durante una visita a la República Dominicana. Allí, frente al Faro de Colón,  el monumento y museo construido en honor al descubridor donde se dice que están enterrados sus restos, reflexionó sobre su figura.

La chispa se tornó investigación y, tras años recopilando información, todo ha cristalizado en esta última novela, que gira en torno al encuentro casual del genovés Cristóforo Columbus (nombre italiano del descubridor) con un mercader judío que marcha camino del destierro tras el Edicto de Granada, que decretó en abril de 1942 la expulsión de todos los judíos del reino de España.

Progreso, herencia e idea de EspañaProgreso, herencia e idea de España - Foto: David PérezUna taberna de Antequera es el punto de confluencia de Cristóforo y Samuel Levi, sefardí de orígenes toledanos que, a modo de narrador, va introduciendo la historia. «Es un personaje que cobró mucha fuerza, llegando por momentos casi a eclipsar a Cristóforo», bromea el autor, que aprovecha este encuentro casual para plantear todas las dudas que aún hoy existen sobre el descubridor del Nuevo Mundo.

Sus orígenes genoveses, catalanes, gallegos… o su sangre judía por parte de madre, son expuestos en las páginas de este trabajo sin escatimar dudas razonables. Hasta el punto de que el propio Samuel Levi se encarga de decir, en palabras del propio autor, que «era un ciudadano de mundo, y si él hubiera podido elegir se hubiera decantado por Sevilla».

Además, la obra señala los indicios que hacen pensar a investigadores e historiadores en la posibilidad de que Colón supiera que sí que iba a descubrir nuevas tierras. Los derechos sobre el suelo que se garantizó antes incluso de partir, o el posterior Tratado de Tordesillas con Portugal, no son más que posibles pruebas que señalan en esa dirección.

Pero, por encima de todo, y tal y como el propio autor desgranó en la tarde de ayer en Roca Tarpeya, la novela gira fundamentalmente sobre tres ideas principales. La primera no es otra más que el progreso que marcó esa era de descubrimientos. El cómo se dejó atrás una época de relativa oscuridad en Europa y se apostó por lanzarse en pos de un espíritu de superación.

El segundo no es otro que la herencia, esa combinación primigenia de lo judío con España que está patente en todo el libro a través del relato de Samuel Levi.

Y, por último, la idea de España. Cuestión tan de actualidad aún en nuestros días y que el autor pone en evidencia cuando Samuel, de viaje en Brujas, descubre cómo allí se asientan las delegaciones del Reino de Castilla, vizcaínas y catalanas; duplicidades que ya en esos años llevó a los flamencos a llamarlos a todos «los españoles». En definitiva, una novela sobre un punto crucial en la historia que evidencia que hay cuestiones que siempre perduran.

sobre el autor. Enrique Navarro ha trabajado veinte años en la administración y empresas del sector público, hasta crear la suya y extenderse a más de diez países. Columnista de La gaceta de los negocios en los años noventa, ha sido fundador de Infodefensa, principal medio de información en materia de defensa y espacio, y columnista habitual de medios como Defensa y Libertad Digital.

El autor estuvo ayer arropado por el director de la Real Fundación Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño, como anfitrión del evento; por Luis Folgado, por parte de la editorial Adarve, encargada de editar el libro; así como David Hatchwell, presidente de la Fundación Hispanojudía; y el consejero de Fomento de la Junta de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando.

Además, estuvieron presentes el deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer, el director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Jesús Carrobles, y el exdiputado de Cs por Toledo en el Congreso Juan Carlos Girauta.