Los vecinos de la plaza de Cuba, hartos de ruidos y peleas

Jaime Galán
-

Protestan por las agresiones que se dan en este entorno cada fin de semana. La última, este sábado con un herido en el cuello. El agresor usó un botellín como arma

Los vecinos de la plaza de Cuba, hartos de ruidos y peleas

«Basta ya, ¡no nos lo merecemos!». Este es el sentir que transmiten desde la Asociación de Vecinos de Santa Teresa tras vivir varios episodios de peleas nocturnas y problemas acústicos en los últimos fines de semana. Alegan que esta situación se produce en el entorno de la plaza de Cuba, siendo los propios vecinos de esta vía y los de la avenida América los más afectados.

Es cierto que en los últimos años el barrio de Santa Teresa, y en especial, el entorno de la plaza de Cuba se ha convertido en un punto de encuentro para los jóvenes y los locales de ocio nocturno. El problema ahora, según los residentes de la zona, es que este ambiente al que ya estaban acostumbrados está empeorando en las últimas fechas con un aumento de la violencia y las peleas nocturnas.

Desde la Asociación manifiestan que es habitual que cada fin de semana, a partir de las cinco de la mañana, haya algún acontecimiento de este tipo que acabe con heridos y, por tanto, con la llegada de ambulancias u otros vehículos sanitarios para atender las lesiones. Desde la agrupación vecinal lo califican como «un escenario de película extremadamente violenta y ruidosa».

De hecho, tan solo hay que mirar lo ocurrido este fin de semana para entender sus quejas. En la madrugada del viernes al sábado un hombre de 38 años tenía que ser trasladado al Virgen de la Salud tras ser agredido con un botellín en el cuello. Todos los efectivos disponibles de Policía Nacional y Local acudieron a la llamada, siendo una patrulla de éstos últimos quienes interceptaron al presunto autor de la agresión, que aún llevaba el botellín en la mano.

La Policía Nacional procedió a su detención, aunque la investigación sigue abierta ya que la víctima afirmó haber sido agredido por al menos una decena de individuos. 

Lo que debería ser una situación excepcional es algo cada vez más común, y es que la propia Asociación de vecinos denunció otra pelea la semana anterior. Se refieren a la madrugada del viernes al sábado 20 de noviembre cuando relatan que algunos vecinos llamaron a la Policía Nacional al escuchar gritos en la plaza. «Pudieron observar desde sus ventanas las escenas violentas en las que se ponía en riesgo incluso la vida de los implicados en la propia pelea. En dicho altercado, un grupo de jóvenes estaba profiriendo golpes, patadas y puñetazos a otro joven que permanecía tirado en el suelo».

Según pudo confirmar La Tribuna con fuentes policiales, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía acudió a la plaza de Cuba, en torno a las 5:34 de la madrugada ante la llamada de dos vecinos del lugar que informaron de una pelea con hasta seis participantes. Los agentes allí desplazados consiguieron identificar a tres varones que habían participado en el altercado, presentando algunos de ellos lesiones sin mayor gravedad.

Otro de los puntos que preocupan al vecindario es el ruido que sufren las urbanizaciones de la zona al ser  un punto de encuentro para el ocio nocturno. Desde la Asociación de vecinos lamentan que las autoridades se han olvidado de que es un barrio residencial y se remiten al artículo 53 de la Ordenanza Reguladora de la Contaminación ambiental de la ciudad y adjuntan el texto en un comunicado: «La intervención municipal en materia de contaminación acústica tiene por objeto prevenir, vigilar y corregir la contaminación acústica en sus manifestaciones más representativas (ruidos y vibraciones), en el ámbito territorial del municipio de Toledo, para proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos y mejorar la calidad del medio ambiente». De tal modo que  piden que se reduzcan los horarios de cierre de los establecimientos hosteleros para compatibilizar las horas de sueño y descanso de los vecinos. A lo que añaden que se agrava aún más en el período estival cuando «las altas temperaturas hacen que para poder dormir tengamos que abrir nuestras ventanas, chocando frontalmente con los ruidos que genera el bullicio en la calle».

Y es en este punto donde entran en juego las diferentes versiones. Según la normativa municipal, los locales de la zona con licencia de bares, cafeterías y restaurantes amplían su horario de cierre los viernes, sábados y vísperas de festivos hasta las 2:30 horas de la madrugada, hasta las 4:00 si la licencia cuenta como bar de copas y hasta las 6 de la mañana si cuentan con licencia de discoteca. Únicamente un establecimiento de la zona puede abrir hasta esta última hora. Justo se encuentra en la misma plaza de Cuba. Desde el Ayuntamiento informaron a La Tribuna que cada fin de semana hay una patrulla de la Policía Local fijada para controlar el límite horario de los establecimientos, cumpliéndose todos ellos «escrupulosamente».

Lo que es un hecho es que con vigilancia o sin ella, los vecinos de la plaza de Cuba, avenida  América y aledaños expresan su preocupación e inseguridad por los hechos que vienen aconteciendo en las últimas fechas. Ahora, les corresponde a otros poner soluciones.