La Voz del Barrio no participará en «esta farsa de Consejo»

J. Monroy
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La Asociación, muy enfadada ante el hecho de que no se ejecuten los acuerdos aprobados, presentará sus reivindicaciones directamente a los concejales o la alcadesa

La Voz del Barrio no participará en «esta farsa de Consejo» - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Ya se ausentó La Voz del Barrio del Consejo de Participación Centro durante una buena temporada en la anterior legislatura, como crítica a la postura municipal con el mismo y las propuestas con la entonces responsable de Participación. Ahora, con asuntos tan importantes como el futuro del barrio sobre la mesa, una vez ha cerrado el Virgen de la Salud y se entrevé la salida del cuartel de la Guardia Civil, la Asociación de Vecinos de Palomarejos ha decidido que va a dejar de presentar propuestas al Consejo. Asistirá como oyente y tomará nota de los informes de Presidencia, pero todas las deficiencias y carencias observadas en el barrio «las transmitiremos por escrito bien a la alcaldía o a los concejales responsables del área correspondiente, que aunque no nos hagan caso, tal y como ocurre en numerosas ocasiones, al menos no contribuiremos a dar por buenos unos Consejos de Distrito fantasmagóricos que para nada sirven».

Así se lo ha expresado la Asociación de Vecinos al Ayuntamiento, en un escrito remitido al concejal de Participación Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, con copia a la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón. Tal es el enfado que tiene La Voz del Barrio con la falta de operatividad y utilidad del Consejo de Participación. «El papel todo lo aguanta, y por muchas bondades que se expresen en el Reglamento Orgánico de los Distritos, que ya lleva más de cinco años en vigor, sigue sin desarrollarse. No existe voluntad política alguna del equipo de Gobierno municipal de ponerlo en práctica. La desconcentración  brilla por su ausencia, no se han delegado competencias de otros órganos municipales para ejercerlas en el Distrito, y lo que allí se vota y aprueba nunca se ejecuta», apunta el escrito vecinal, que también la organización de los denominados como Presupuestos Participativos.

El portavoz vecinal, Paco Arce, que en su día fuera concejal de Participación Ciudadana por el PSOE, insiste en la crítica de que «lo que se aprueba allí luego nunca se ejecuta». Recuerda ejemplos, no pocos. Con toda la intención del mundo, en el último Consejo del día 17 la Asociación presentó varias propuestas aprobadas ya desde mayo y preguntó si estaban incluidas ya en alguna partida de los presupuestos de 2022. No fue así. Se trata, por ejemplo, de un Plan de Actuación en el parque de las Tres Culturas, que no tiene de momento partida económica. Parece que no es una prioridad «cuando es el mejor parque de la ciudad hoy en día y hay un abandono desde hace ya bastantes años en los lagos, las cascadas o sin reposición de setos». Tampoco hay dinero para los árboles en las calles de Palomarejos; las fiestas del Distrito Centro, que aunque se aprobaron el Gobierno dijo que no iba a organizarlas; o el repintado de las pistas de la calle Santander. De ahí que «hemos decidido que no vamos a continuar con esta farsa».

Sin participación. Arce toma el reglamento de Participación Ciudadana, aprobado hace ya cinco años, y critica que «no se está cumpliendo. Ni existe gestión desoncentrada, ni hay delegación de competencias a los Distritos por parte de la Alcaldía, ni hay dotación de recursos presupuestarios como recoge el artículo 128 de la Ley de Bases de Régimen Local e insiste el Reglamento de los Distritos, las votaciones no son vinculantes y la ejecución de los acuerdos que se toman brillan por su ausencia, con lo que esto es una participación ficticia y los Distritos son Distritos Fantasmagóricos, que no sirven absolutamente para nada».

Desde el 14 octubre, en que la Federación de Asociaciones de Vecinos mandó al concejal de Participación, Pérez del Pino, una serie de propuestas para modificar el Reglamento, están esperando una reunión con el edil. Los vecinos habían presentado una propuesta de modificación de varios artículos, «pero no tenemos ninguna esperanza, porque si lo fueran a asumir, ya nos habrían contestado, y esto es continuar con la misma farsa, con la que nosotros, desde luego, no estamos dispuestos a participar».

Arce, que en su día propició como concejal el primer Reglamento de Participación, ha mandado su queja también al resto de asociaciones de la Federación. Es precisamente el asunto que se tratará en el encuentro del próximo 1 de febrero, «aunque nosotros, desde luego, ya hemos tomado una determinación y la vamos a cumplir, ya no sé lo que van a hacer el resto de compañeros».

Si hay un barrio deseando que algo se mueva en la ciudad, y más concretamente en sus calles, es Palomarejos. Con el Virgen de la Salud cerrado y el futuro incierto del cuartel de la Guardia Civil, necesita nuevas iniciativas que lleven más vecinos, sobre todo jóvenes, y movimiento económico.

Pero estos dos grandes problemas no son, ni mucho menos, los únicos asuntos pendientes sobre los que la Asociación quiere debatir y buscar soluciones. Paco Arce, portavoz vecinal, dice desconocer el proyecto de barrio del Ayuntamiento y recuerda que ni siquiera hay explicaciones sobre la tan anunciada renovación de la avenida de Barber (1,6 millones), que confía que se haga con el dinero de 'inversiones varias' del anexo de inversiones de 2022, pero que de momento no se refleja en ninguna parte.

Hay muchos otros asuntos pendientes, que se iban a tratar este martes con una reunión con José Pablo Sabrido, concejal de Urbanismo, que a la postre se ha suspendido. Por ejemplo, recuerda Arce, puede ser vital el aprovechamiento del edificio de la Escuela de Enfermeras, que en gran parte está desierto. El rumor es que tiene aluminosis, pero nadie se lo confirma a la Asociación, que apunta que, si es así, habrá que derribarlo. Se desconoce si finalmente habrá pisos en el cuartel de la Guardia Civil, cuantía, fechas o si serán para jóvenes. Queda pendiente la remodelación integral del parque de las Tres Culturas. No saben los vecinos qué pasará con el Centro de Especialidades de Toledo, que igual da para más que para un centro de transfusiones.

Otra reivindicación vecinal es la reposición de las urgencias en el centro de salud de Palomarejos, «que hemos pedido por escrito al consejero de Sanidad y todavía no nos ha dicho nada». Una vez se ha ido el hospital, espera la Asociación que se reponga este servicio. Y no le vale que no sea competencia municipal, entiende que el Ayuntamiento debe abanderar las reivindicaciones justas de sus vecinos, y que quizás así lo haría si la Junta fuera de signo contrario.

Queda incluso pendiente la tan comentada remodelación del barrio de Palomarejos. Como todos los barrios, Palomarejos necesita de una serie de actividades descentralizadas en Cultura o Festejos. Finalmente, Arce argumenta que hay que dotar al centro cívico de Palomarejos de personal administrativo y de Servicios Sociales.