A finales de año siempre hay que echar cuentas y tenerlas listas. Y así vuelve a repetirlo una vez más el Ayuntamiento gracias al proyecto presupuestario de 2023, un ejercicio que, en principio, se plantea desahogado por la liquidez disponible, una importante base a la hora de calcular previsiones de ingresos y gastos para que todo cuadre y encuentre un equilibrio.  Los técnicos municipales han elaborado el proyecto y ahora toca el turno de que los grupos municipales presenten enmiendas antes de aprobar el presupuesto en el próximo Pleno del mes de enero.

El presupuesto del próximo año repite un patrón similar al de 2022 con una ligera rebaja, ya que el Ayuntamiento manejará poco más de 110 millones de euros, 200.000 euros menos, si bien, esta cifra no cuenta con los patronatos, con lo que el presupuesto total superaría los 113, 6 millones de euros. El proyecto sigue la misma senda del actual, con inversiones para obras de 15 millones de euros y aumento de partidas en Servicios Sociales y Cultura. Además, se ha contemplado la subida salarial del 3,5% para los funcionarios, se ha mantenido la congelación de impuestos y tasas tal y como se anunció hace tiempo y ha incrementado el gasto en distintos servicios públicos, como el alumbrado, la limpieza viaria y recogida de basura para mantenerlos y ofrecerlos de manera eficiente.

Como cada año, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ofrece los ingresos más cuantiosos para las arcas municipales. Los técnicos municipales calculan una recaudación de 28 millones de euros, lo que supone un 25,3% de la estructura presupuestaria para 2023.

En esta ocasión, se ha congelado para evitar más carga de los recibos, pero sigue siendo la principal inyección económica para esta administración, aunque también recibe buenas cantidades por otros impuestos, como la plusvalía, afectada aún por la sentencia del Constitucional, el impuesto sobre bienes inmuebles de naturaleza rústica, que recaudará 575.000 euros, un 12,75% más en 2023, o el impuesto de vehículos de tracción mecánica, cuyas previsiones indican un ingreso de 4,9 millones de euros, la misma recaudación que este año, que se traduce en un 4,4% del presupuesto.

El Estado también tiene un papel destacado en las cuentas todos los años y esta vez la inyección económica aumenta en más de 2,3 millones de euros respecto a este año gracias, en buena parte, al Fondo Complementario de Financiación, derivado de los tributos que recauda. Se calcula que el Ayuntamiento recibirá 18,5 millones de euros, 1,2 millones de euros más que este año. Estos ingresos han aumentado significativamente en los últimos años, ya  que en 2021 se ingresó 15,5 millones de euros, tres millones menos.  

El presupuesto también recoge otras inyecciones de dinero estatal   que ayudan a sobrellevar los gastos, como los 3,3 millones de euros que percibirá por el IRPF,  una partida que sube 605.000 euros, 1,6 millones de euros de IVA, aunque la cuantía baja en 10.000 euros comparada con la de 2022; y más de 600.000 euros procedentes de los tributos sobre el alcohol, cerveza, tabaco (171.900 euros)  e hidrocarburos (411.180 euros).

A estos ingresos el presupuesto suma otros 525.000 euros de subvención por el déficit del transporte público. En este caso, la partida aumenta en 15.000 euros respecto a 2022, pero es notablemente inferior a la de 2021, año en el que el Ayuntamiento obtuvo 1,8 millones de euros por este concepto.