Álvaro Antón volvió a jugar al fútbol. El pasado domingo en el Municipal San Francisco, el centrocampista regresó, esta vez con una participación que, además, fue fundamental en la remontada del CD Torrijos frente al líder, el CD Manchego. El burgalés no puede estar más contento, sobre todo porque «es algo que se merece este grupo».
Como reconoció, aquel retorno fatídico en el Salto del Caballo, en el mes de agosto, queda atrás. Duró un minuto en el campo, tras sufrir una importante lesión que le ha mantenido tres meses lejos de los terrenos de juego. «En este partido, el fútbol nos devolvió un momento de alegría que ya nos tocaba», aseguró.
Por lo demás, es consciente de que debe seguir entrenando en las próximas semanas para mejorar, «y ayudar cuando toque y como toque». Lo importante, desde su punto de vista, es «mantener la ilusión del primer día», pues «el fútbol es bonito en cualquier campo», y ahora Álvaro Antón está enfocado en el proyecto de un CD Torrijos que «está trabajando muy seriamente, tanto dentro como fuera del campo».
Sobre el partido del domingo, el de Pinilla de los Barruecos confiesa que, en el autogol del empate, tuvieron «esa pizquita de suerte» que permitió luego que «la gente se viniera arriba». Dice que son «momentos emocionales que dan la vuelta a un partido». Más allá de eso, admite que la falta que Ventu introdujo en su portería «iba a una zona de remate, aunque luego nos favoreció que el defensa y el portero no se entendieran», añade.
En cualquier caso, no estaba previsto que el exjugador del CD Toledo entrase en el campo con ese resultado, pues «habíamos hablado de volver con el equipo ganando». De todas formas, su propio entrenador, esteban Becker, reconoció al finalizar el partido que «salió para tenerla, y dio la vuelta al partido; es parte de la magia que tiene el fútbol».
Ahora, Álvaro Antón peleará por tener más minutos con el CD Torrijos y poder echar una mano «para que se puedan jugar partidos importantes en este campo a final de temporada». Para él, el secreto del equipo rojiblanco «es el grupo», y está convencido de que, con esta línea, van a poder conseguir los objetivos.