La Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha llegó este jueves a las Cortes regionales para su debate y votación. Una ley que en palabras del consejero de Agricultura es "fundamental" para Castilla-La Mancha, "necesaria" tras la derogación de la que existía en 2012, y "consensuada" con el sector. "No tiene aristas, y por eso espero que sea aprobada por unanimidad" había dicho Francisco Martínez Arroyo en su primera intervención, porque "es una ley de todos".

El consejero repasó, y agradeció, el trabajo realizado previamente junto con la Universidad de Castilla-La Mancha para elaborar el Plan Estratégico del que emana el texto normativo, y puso en valor las aportaciones a una ley que dijo representar los intereses del sector vitivinícola de Castilla-La Mancha, como la comunidad que mayor superficie de viñedo tiene en el mundo, con medio millón de hectáreas que "forman parte del paisaje y vertebran esta tierra". 80.000 viticultores están detrás de este sector, y 484 bodegas con sus cooperativas, con una producción media de vino y mosto de 23 millones de hectolitros y con un volumen de facturación cercano a os 2.000 millones de euros (con el objetivo de llegar a los 2.500 en el año 2025).

Arroyo recordó que se trata de una norma básica que podrá articular normativa secundaria una vez aprobada, y que contempla medidas como el procedimiento para autorizar nuevas variedades de vid con la ayuda de la investigación, recoge el procedimiento para reconocer las indicaciones geográficas protegidas o las denominaciones de origen, y "un nuevo concepto como es el vino de finca" manteniendo esas IGP o DO pero pudiendo especializarse una bodega con ese añadido.

Arroyo defiende una Ley de la Viña "fundamental y necesaria" - Foto: CARMEN TOLDOS

También contempla una mejora en la trazabilidad del producto desde la uva aplicando la mejora en la digitalización en todo el sector y en todos los eslabones. "Seremos la primera región en el mundo con tecnología blockchain para la trazabilidad a través de código QR", apuntó. O la creación de una interprofesional regional del vino para defender los intereses de la región.

Oposición

"Se puede pensar que faltan cosas, o no tiene el nivel de detalle que pretendían" pronunció Arroyo dirigiéndose a los grupos parlamentarios tras los trabajos realizados en la comisión, y explicó que "no es posible hacerlo con una ley autonómica" en la que "caben algunas cosas, pero no todas", dijo en referencia a las enmiendas presentadas por los grupos, desde Ciudadanos que calificó la norma de "insuficiente e incompleta", hasta el PP que consideró que el texto no ha tenido en cuenta al sector, "lo han llevado a escondidas", y planteó el temor de que "traerá nuevos impuestos, tributos disfrazados y aportaciones obligatorias para la promoción del vino".

Arroyo defiende una Ley de la Viña "fundamental y necesaria" - Foto: CARMEN TOLDOS

Ambos acusaron al Gobierno y al PSOE de aplicar el "rodillo" de la mayoría absoluta para no aceptar las enmiendas presentadas, que defendieron como procedentes del propio sector y los agentes directamente implicados. Tras asegurar que el texto presentado "es mejorable", la diputada de Ciudadanos, Elena Jaime, puso el acento en la prevención del fraude en el sector para que las acciones de unos pocos no terminen desprestigiando a muchos.

El diputado 'popular' Emilio Bravo, dibujó un escenario para el sector en el que Castilla-La mancha está perdiendo competitividad en los mercados, y se vende por debajo de los costes de producción, acusando al consejero de estar más pendiente de "contentar únicamente a algunos amigos bodegueros". Algo que Arroyo le afeó asegurando que eso no contribuye en nada al debate y perjudica al sector.

Bravo se salió del debate exigiendo a Page y su gobierno disculpas por la condena de José Antonio Griñán y Manuel Chaves por, según repitió, "el dinero que han robado a los parados andaluces". Obtuvo el reproche de la vicepresidenta de la Cámara para que se ciñera al debate.

Arroyo defiende una Ley de la Viña "fundamental y necesaria" - Foto: CARMEN TOLDOS

La parlamentaria socialista Joaquina Saiz, aseguró que "en la base estamos de acuerdo y no existen grandes discrepancias" y defendió una ley consensuada, por lo que señaló que al sector vitivinícola "no le vale con una tímida abstención, merece el apoyo incondicional de los grupos".

El consejero cerró el debate. Volvió a desear que la ley saliera por unanimidad y afeó a Bravo la mención de aspectos de la política nacional, como los ERE en Andalucía o un gobierno vinculado con ETA en un debate del vino. "Estamos en Castilla-La Mancha y hablamos de Castilla-La Mancha, se la juegan otra vez" le espetó.