Elegir un número o una terminación para el Sorteo Extraordinario de Navidad depende siempre del gusto del comprador. Muchos tienen costumbres o manías, algunos confían en el número que ha aparecido en sueños, mientras otros ceden su suerte a combinaciones al azar o al décimo que elija el lotero.
Las probabilidades son iguales en todos los casos, porque todos los números entran en el bombo, pero aún así, siempre hay unos más solicitados que otros, y en estos siempre suelen ganar las terminaciones impares.
Los boletos más comprados son, normalmente, los números terminados en 5 y 7, seguidos del 9 y el 3, aunque este último por llevar consigo también el 13, uno de los más reclamados, es de los que se acaban antes. Los jugadores se fijan mucho en la terminación del décimo y en las estadísticas del sorteo. Así, dado que son los que más veces han tocado, los más deseados son los impares.
Así lo confirman los loteros talaveranos consultados por La Tribuna, asegurando incluso que la terminación en 3 «ya está acabada», indica Carmen Ousset, de la administración de Autobuses.
No obstante, el cliente es cada vez más consciente de que el Gordo puede ser cualquier número, y también piden más números considerados feos, bajos, o que empiezan en 0, que en muchas ocasiones «suele no gustar».
Estos números empezados o terminados por ceros a priori tienen mala venta, lo mismo ocurre con los billetes que tienen números repetidos, siempre ligado a manías o supersticiones. Pero todos juegan, y si no, cabe recordar que el segundo premio del Godo del año 2010 fue el 00147.
En la administración La Talaverana de la Suerte, venden también más impares, sobre todo el 5 y el 7, pero con una relación especial en su caso con el primero. Además de ser la administración número 5 de la ciudad, Luisa, su gerente, explica que los tres quintos premios que han dado, han terminado siempre en este número.
Supersticiones y anécdotas. Lo de las supersticiones en la venta es también un clásico del Sorteo Extraordinario de Navidad. Así, además de las terminaciones, algunos van más allá y miran la suma de todos los dígitos, otros apuntan los números en la administración en una libreta que se llevan para analizarlos, y después regresan a por el elegido. También están los que se decantan por una fecha significativa como un cumpleaños, su boda o el nacimiento de su hijo o nieto, explica Jesús de la Flor, de la Administración de San Francisco.
Aún creyendo tener el décimo ganador en la mano, la última palabra la tendrán los bombos de la suerte el próximo 22 de diciembre, y en última instancia, siempre, los niños del colegio San Ildefonso.