Aún es posible visitar en el Museo Arqueológico Nacional la exposición Las artes del metal en al-Ándalus, una muestra formada por 264 piezas cedidas, antes de la pandemia -su inauguración se produjo a finales de 2019, recibiendo, tras su reapertura a mediados de junio, 5.100 visitas en un mes-, por una treintena de museos internacionales. Uno de ellos es el Museo del Ejército, que contribuyó con una de las espadas más representativas de su colección: la jineta de Boabdil.

Se trata de una de las piezas más conocidas de cuantas alberga la institución instalada en el Alcázar de Toledo. Una jineta es una espada característica de la caballería ligera de origen bereber cuya principal característica son los arriaces o puntas de la empuñadura discurriendo en paralelo a la dirección de la hoja y el gran pomo final, con el objetivo de equilibrar su manejo por parte de los zenetes (palabra que con el tiempo derivó en «jinete», siendo empleada tanto para definir la manera de montar de estos soldados ecuestres como sus particulares espadas). La pieza conservada en el Museo del Ejército, por su especial riqueza, ha sido tradicionalmente relacionada con Boabdil el Chico, último rey nazarí de Granada.

La exposición Las artes del metal en al-Ándalus es importante por una razón: reúne, por vez primera en un mismo espacio, las principales obras maestras de la metalistería islámica andalusí, dando a conocer el alto grado tecnológico, el saber científico y el gran refinamiento artístico alcanzados en época medieval.

Durante la muestra se ilustran las diferentes fases de los procesos de producción de la minería y la metalurgia, así como los principales usos del metal como elementos definitorios de la realidad que configura su cultura y sociedad: la moneda, la religión, la ciencia y la medicina, los usos cotidianos y domésticos, los útiles de trabajo y los destinados a la defensa y armamento. Se dedica también una especial atención a la producción de bronces zoomorfos y a las producciones de orfebrería.

En este recorrido, se ilustran las que constituyen las principales fases históricas de Al-Ándalus, desde la etapa Emiral y el esplendor del Califato de Córdoba, la disgregación del poder en los Reinos de Taifas y el periodo de las invasiones africanas de los pueblos almorávide y almohade, hasta llegar al epílogo de excelencia que supone para las artes del metal el Reino nazarí de Granada.