Filomena, un nombre que evoca belleza y destrucción

J. Monroy
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Lo que comenzó como una bonita imagen de Toledo en blanco se convirtió hace ya un año para muchos en una pesadilla. Solo las reclamaciones al Estado de 98 municipios toledanos suman 30 millones. Hay otros 4.000 expedientes de empresas y particulares

Filomena dejó imágenes idílicas de una nevada histórica. - Foto: Yolanda Lancha

J. Monroy / Toledo

Estaba anunciado. Pero la tremenda nevada con la que el centro de España desembarcó en 2021 no dejó de sorprender a casi todo el mundo en Toledo. Lo que las primeras horas fue alegría por ver una bonita postal blanca comenzó a complicarse con más y más nieve, que produjo primero incidentes como el colapso de hasta 16 naves en el polígono industrial, más tarde el corte de las calles en casi todas las localidades y la falta de suministro de agua, por congelación, en muchos puntos de la provincia. La nieve fue solo el principio. Después llegaría el frío, hasta 13,3 grados negativos en la estación de Buenavista, lo que es su récord. Tuvo que acudir el ejército, la UME, a echar una mano en Toledo y un año más tarde, mientras los agoreros hablan de otra inminente Filomena, sus efectos todavía se dejan sentir en calles y parques de la ciudad.

Porque Filomena fue el nombre elegido para aquella profunda borrasca que vistió a España de blanco, con especial incidencia en el centro, en el valle del Tajo, con Toledo como uno de sus escenarios más incisivos. Aquí llegó como un regalo de Reyes tardío, en la noche siguiente, la que iba del festivo 6 al  7. Los primeros copos comenzaron a caer a las siete y media de la mañana del jueves y la tregua llegó el sábado pasadas la seis de la tarde.

Algunas zonas de la ciudad quedaron prácticamente incomunicadas por la nieve y el hielo.Algunas zonas de la ciudad quedaron prácticamente incomunicadas por la nieve y el hielo. - Foto: David PérezLa ciudad amanecía ya blanca el jueves, todavía un blanco con sus calvas, que por aquel entonces ya parecía espectacular, y entraba una en Alerta Amarilla que pronto tornaría a Roja, que se unía a estado de alarma y el toque de queda. La Policía Local recibió aquel día más de cien llamadas al 092 con motivo de la nevada. Además, los bomberos tuvieron que hacer ocho intervenciones, y hubo otros accidentes, como el de La Bastida, además del de Piedrabuena.

A lo largo de las primeras horas se fueron sucediendo las estampas invernales más clásicas aún con la decoración navideña en las calles. Grandes y, sobre todo, pequeños, salieron a disfrutar de la nevada ignorantes de los problemas de circulación que la borrasca estaba causando en los alrededores de la capital. Los niños se quedaron con la parte más lúdica de esta estampa navideña, haciendo muñecos de nieve que alcanzaron proporciones colosales y tirándose en trineos, reales o improvisados, por las famosas cuestas de la ciudad.

Pronto la alegría de la nieve comenzó a mezclarse con ciertos rictus de preocupación. Se colapasaron las cubiertas de las pistas deportivas de cuatro colegios y comenzaron a caer también varios techos de naves en el polígono.

Filomena destruyó varias naves en el Polígono industrial.Filomena destruyó varias naves en el Polígono industrial. - Foto: David PérezLa borrasca Filomena desató un infierno blanco en la ciudad que se ha prolongado durante dos días y medio. Cerca de sesenta horas de nevada, algunas veces con ventisca, que sepultaron la ciudad y paralizaron la actividad. Clases suspendidas, comercios cerrados, calles intransitables y los hospitales aislados fueron las consecuencias de la importante acumulación de nieve que dejó el primer temporal del año y que provocó una situación que en mucho recordó al confinamiento que provocó el coronavirus durante los meses de marzo y abril.

Con los barrios incomunicados, casi imposible circular por la ciudad, la brigada de paracaidistas del Ejército de Tierra y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se tuvieron que unir en la medianoche del sábado a los equipos que trabajaban en retirar el gran volumen de nieve acumulada en calles y calzadas.

Fue una nevada histórica. Hay que remontarse a 1971, exactamente medio siglo, para encontrar una borrasca que provocara unos estragos similares en Toledo y en su provincia. La estación meteorológica situada en la ciudad registró que la nieve acumulada alcanzó un espesor de 35,5 centímetros. Pero en la provincia hubo datos superiores. Por ejemplo, la nieve acumulada en Orgaz alcanzó 56 centímetros de espesor. En el conjunto de la provincia, que estuvo sumida en alerta roja durante el viernes y el sábado, los espesores medios se situaron entre los 30 y los 50 centímetros. Unos 10.000 hogares se quedaron 48 horas sin luz en la provincia.

Las cubiertas de varias pistas deportivas de colegios de la ciudad cedieron por el peso de la nieve.Las cubiertas de varias pistas deportivas de colegios de la ciudad cedieron por el peso de la nieve. - Foto: Yolanda LanchaY llegó el frío. Pero con el fin de la nevada el sábado, como si tratara de las plagas de Egipto, lo peor todavía no había pasado. Porque comenzaron a bajar todavía más los termómetros en unas calles llenas de nieve, que empezó a endurecer. Hasta 1,3,3 grados negativos se midió en la estación de Buenavista el martes, día 12, lo que es su récord, solo superado por los -14,4 en el observatorio de la Universidad Lorenzana en 1982.

La ola de frío provocó la congelación de tuberías. Residentes en Azucaica, en las cercanías del Hospital Provincial, en Covachuelas y en San Lucas, entre otros, se quedaron sin suministro. Como en algunas localidades de la cercana Sagra, muchos vecinos de unifamiliares del barrio hortícola encendieron fuegos en la calle para ver si lograban un hilo de agua. E incluso en la calle Alemania una urbanización pidió ayuda a Tagus y al Ayuntamiento, tras cinco días sin suministro.

El arbolado de la ciudad resultó muy dañado.
El arbolado de la ciudad resultó muy dañado. - Foto: Yolanda Lancha
Un año después empiezan a conocerse las cifras de la destrucción. En total, 98 municipios de la provivncia reclaman 30 millones de euros por daños. Solo el Ayuntamiento de Toledo reclama 6,9 millones. A ellos hay que sumar otros 4.000 expedientes de empresas y particulares.

ARCHIVADO EN: Toledo, Ola de frío, España