El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado de acuerdo con que deje de ser obligatorio el uso de mascarillas en espacios exteriores, tal y como ya propuso la comunidad autónoma en la última reunión de la Comisión de Salud Pública, y ha defendido que se recomiende llevarla puesta al aire libre hasta que pase la época de gripe convencional, hasta finales de febrero.

En declaraciones a los medios de comunicación en Toledo, donde ha visitado las obras de restauración del Salón Rico del Corral de Don Diego, acompañado por la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, el presidente castellanomanchego ha asegurado que está contento por la decisión del Gobierno central de abordar en el próximo Consejo de Ministros, el martes 8 de febrero, un real decreto que eliminará la obligatoriedad de las mascarillas en exteriores, una medida que, "si todo va bien", entrará en vigor dos días después, el 10 de febrero, una vez sea publicada en el BOE.

García-Page ha valorado que "España está superando muy bien" la sexta ola y además está afrontando con éxito la campaña de vacunación, por lo que ha opinado que el país está "dando un ejemplo a todo el mundo".

Asimismo, ha recordado que en próximas semanas se celebrarán los carnavales, la Semana Santa y "multitud de festividades en los municipios", que se caracterizan por ser concentraciones en las calles, ante lo cual ha resaltado que "está demostrado que el 95 por ciento" de los contagios se producen en espacios interiores, no al aire libre.

Por ello, ha destacado que la medida "va en una línea coherente, está estudiado, está sopesado", si bien también se ha mostrado a favor de "seguir los pasos" y de que todas las autoridades vayan "a una" y aunque puedan tener opiniones divergentes "como también han distintas opiniones de los profesionales y de los técnicos, porque no todo el mundo piensa de la misma manera", manden "un mensaje único".