El miedo al fracaso cada vez frena menos para emprender

L.G.E.
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Según el último informe GEM de Castilla-La Mancha más de la mitad no lo ve como un obstáculo. Hay una tendencia al alza, aun con Convid de por medio

Iniciativas como los viveros de empresas o los espacios de coworking ayudan a dar el primer paso - Foto: Víctor Ballesteros

El último informe GEM sobre clima de emprendimiento en Castilla-La Mancha no trajo buenas noticias. El estudio correspondiente a 2020-21 venía con muchas flechas rojas que miraban hacia abajo porque la mayoría de indicadores cayeron por el impacto de la pandemia. En 2019 el 33,8 por ciento de la población creía que había oportunidades para emprender en el corto plazo en Castilla-La Mancha o en España. Un año después, con el coronavirus de por medio, este porcentaje se desplomó a la mitad. Cero sorpresas. 

Sin embargo, también hay flechas en verde y que miran hacia arriba. Y es que algunos indicadores han consolidado una tendencia al alza y en aspectos muy positivos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el miedo al fracaso, que ha sido tradicionalmente uno de los principales frenos para lanzarse a abrir un negocio. El estudio no minimiza el impacto que puede tener en la economía un factor que tiene mucho componente cultural y sociológico. «La aversión al riesgo y la incapacidad para controlarlo paraliza iniciativas que, de otro modo, podrían llegar a materializarse, ser atractivas e igualmente rentables», avisan los autores del estudio.

La buena noticia en este caso es que cada vez este miedo al fracaso se percibe menos como un obstáculo para emprender. En 2019, más de la mitad de la población, en concreto un 55,6 por ciento, no concebía el fracaso como un obstáculo para abrir un negocio. Un año después ese porcentaje ha crecido al 66,1 por ciento. Está por encima de  la media del país, que es del 64 por ciento.

El informe GEM desglosa también los datos entre la población involucrada en la creación de empresas y la que no lo está. Entre los que están en este mundo empresarial el porcentaje de los que no ven el miedo al fracaso como un obstáculo es algo menor. En 2019  era del 39,7 por ciento. Sin embargo, su incremento ha sido más notable, pues en un año se ha disparado al  57,9 por ciento. 

Otro indicador en verde y que también tiene mucho de componente social es el de la cultura de apoyo al emprendimiento. El informe GEM elabora un índice que trata de medir el trasfondo cultural que hay detrás del apoyo al emprendimiento, valorando si se considera una buena opción profesional, el efecto positivo en el estatus social y económico y la percepción que difunden los medios de comunicación. El estudio divide ese grado de apoyo en cuatro niveles: nulo, bajo, medio y alto. 

En Castilla-La Mancha la evolución en los últimos cinco años ha sido muy positiva mirando uno por uno. El nivel de apoyo nulo estaba en un 32,8 por ciento en 2016, pero en 2020 ya había bajado a un 15 por ciento. No solo es la mitad, sino que es el dato más bajo del lustro.

En cuanto al nivel de apoyo bajo, estaba en un 37,4 por ciento en 2016, mientras que en 2020 se había reducido a un 25,9. A la par, los otros apartados han subido. El nivel de apoyo medio ha crecido de un 21,1 por ciento en 2016 a un 33,9 en 2020. Es el nivel 'mayoritario' en Castilla-La Mancha. Y en cuanto a una cultura de apoyo alto del emprendimiento, creció de un 8,7 por ciento en 2016 a un  25,2 en 2020. En estos dos niveles más positivos, la región saca mejor nota que la media del país. 

El informe GEM se lleva elaborando ya nueve ediciones. Se hace con un convenio de la Universidad de Castilla-La Mancha con la Junta y la Fundación Globalcaja Horizonte XXII.

En tres años el 6,9% tiene intención de emprender

El informe GEM analiza la intención emprendedora con el porcentaje de población adulta que tiene intención de emprender un negocio en los próximos tres años. En 2020 mostró esta intención el 6,9 por ciento de la población adulta. Supone un aumento de 0,8 puntos en comparación con el dato del año anterior. La media del país está en el 7 por ciento.

El 23,9% de los abandonos fue por culpa de la pandemia

De los abandonos que se producen, el 76,9 por ciento terminan en cierre, pues solo en el 23,1 por ciento de los casos se consigue que el negocio se mantenga abierto aunque gestionado por otras personas. Entre las causas por abandono destaca con un 30,2 por ciento la falta de rentabilidad, seguida con un 23,9 por ciento la aparición de la pandemia.