Dado que nos dicen que actúan para «homogeneizar nuestra legislación con Europa», me sorprende ver la reacción tan diferente entre lo que se está haciendo en España respecto a lo que se hace en Alemania. Cierto es que el caso no es comparable, pero vayamos al relato.
Los responsables de la Generalitat Catalana llevaron a cabo, actos que, según sentencia en firme del Tribunal Supremo, fueron calificados de sedición. También llevaron a cabo malversación de caudales públicos por el uso indebido de los mismos en actos ilegales. Para contentar a los sediciosos y malversadores, se actúa desde el Gobierno para conseguir que estén libres los condenados y ahora, parece ser, se está haciendo encaje de bolillos para cambiar el Código Penal en lo que se refiere a la malversación, de forma que no haya lugar siquiera a considerar que se produjo delito en Cataluña. Esto trae problemas ya que puede pasar que, si se libera a los independentistas, se beneficien también los del PP del caso Gürtel, los del PSOE de los ERES en Andalucía, así como otros muchos malversadores. Y como lo que se quiere es que solo afecte a los independentistas (Gabriel Rufián así lo dice y en esto es el único fiable) están elucubrando que redacción dar a las enmiendas que se deben incorporar en la reforma que se va a llevar a cabo. Así que vayamos asumiendo que sedición y malversación desaparecerán en la causa de los involucrados en el Procés y estos estarán en condiciones de volver a las andadas. El Estado se desarma y si hay que cambiar algo, se cambia con toda tranquilidad. Mientras tanto, en Alemania, al detener a los implicados en una especie de Golpe de Estado, su ministra de Interior anunció la reforma del estatuto de los trabajadores públicos para asegurar la expulsión inmediata a aquellos que cuestionen y conspiren contra el orden constitucional. Puede haber muchas lecturas de lo que está pasando, pero cada vez está más claro que el problema catalán se intenta solucionar cediendo el Gobierno y generando un problema mayor que el que se intenta resolver.