Aunque alguno no lo crea, los problemas del sueño no se solucionan contando ovejitas. Y la prueba de que este tradicional truco no funciona es la afluencia de público que ha tenido '¿Por qué duermo mal?', una charla sobre las enfermedades del sueño que organizó el Hospital QuirónSalud de Toledo. Aunque la conferencia formaba parte de una campaña dirigida a mayores de 50 años, en la sala había personas de todas las edades. La prueba de que esto puede afectar a cualquier persona por diversos factores.

El coloquio lo dirigió la coordinadora de la Unidad del Sueño de este Hospital, y también doctora, Ana Teijeira. Entre sus primeras frases apuntó que siete de cada diez personas sufren problemas para conciliar el sueño. Según su criterio, esto se debe en parte a que las enfermedades del sueño «están infradiagnosticadas», es decir, que no se diagnostican tanto como otras patologías porque no se sospecha que esa falta de sueño sea una enfermedad como tal. De hecho, la doctora reiteró que «la prevalencia del insomnio, el síndrome de piernas inquietas o la apnea obstructiva del sueño es muy elevada en la población adulta». De ahí la finalidad de esta conferencia y de la campaña que la engloba, para dar a conocer «cómo sospechar las enfermedades, algunos trucos o tratamientos para llevarlas mejor y obtener calidad de vida».

Obviamente, Ana Teijeira recomendó acudir a especialistas y evitar la automedicación, porque «la autogestión para el sueño no es lo adecuado» afirmó. Sin embargo, en ese camino que a veces utilizan los afectados hay dos vías más populares. Los que toman benzodiacepinas o fármacos del sueño, que son hipnóticos, o los que ingieren melatonina, un probiótico que refuerza la presencia de esta sustancia en nuestro cerebro y «nos ayuda a dormir un poco más». En cualquier caso, la doctora no recomienda abusar de ninguna de las dos opciones y mucho menos por cuenta propia, pero sí que mencionó que son los fármacos los que generan dependencia. Por ello, animó a acudir a un especialista si se denotan problemas con el sueño.

En relación a los hábitos más saludables para obtener un sueño correcto, Ana Teijeira insistió en que es algo muy personalizado, porque depende tanto de la enfermedad como de cada paciente. Sin embargo, sí que ennumeró algunas rutinas que valdrían para mejorar la calidad del sueño «por sentido común», como por ejemplo «mantener horarios regulares; una vida sana en lo que actividad se refiere, o sea no tener una vida sedentaria; realizar una dieta sana y regular, evitando comer entre horas y, sobre todo, una correcta exposición a la luz natural». Animó a los presentes a acudir a consulta o a realizarse estudios para obtener un diagnóstico correcto.