María Rosa Miranda tiene 69 años, vive en Ocaña y podría llevar una vida completamente normal, de no ser porque el dolor la deja postrada. No tiene vida, está siempre sentada o tumbada, lleva más de dos años esperando una operación de cadera y a falta de quirófano, y medicada ya con morfina, no recibe por parte del Sescam más que otra receta de opiáceos. «Hoy no puede ni mantenerse de pie, porque tiene la cadera destrozada, está todo el día llorando, rabiando o a ratos solo un poquito más calmada, pero no puede salir a comprar, ni nada, y estamos artos de llamar al hospital y no nos hacen caso», apunta su hija Marta.

María Rosa lleva en lista de espera, como preferente, para una operación de cadera, con diagnostico artroplastia total de cadera desde septiembre de 2018, dos años y tres meses. Sin resultado ninguno, ha visitado traumatólogo privado «que nos dijo que no entiende que no esté operada ya» y tiene radiografías donde el traumatólogo le dijo literalmente «que la cadera estaba destrozada». A falta de otras soluciones, María Rosa «vive hipermedicada por su situación y sin que nadie nos diga cuando va a ser operada».

A día de hoy no ha recibido ninguna respuesta por parte del Sescam. Y eso, recuerda su hija Marta, que la familia ya ha puesto dos reclamaciones a la atención del paciente del hospital Virgen de la Salud en Toledo, la última el pasado mes de junio de 2020. Su respuesta es que debido al Covid la situación está así y que los pacientes se tiran años en lista de espera. «Pero mi madre ya lleva años en lista de espera».

El problema, continúa Marta, es que la situación de su madre es insostenible. María Rosa tiene dolores todos los días. A pesar de estar  medicada con parches de morfina para los mismos, no se puede mover «y su vida es estar en la cama, y llorando y rabiando de los dolores». La situación fue tal que la familia la llevó a urgencias el pasado día 29, y le recetaron  un opiáceo Targin, combinado con Paracetamol y Nolotil, aparte de los parches de morfina. Lo que no supieron decir los médicos es si toda esta medicación era compatible.

María Rosa está también esperando una operación de prótesis de rodilla. Pero el traumatólogo la informó de que debería hacerse primero la operación de cadera, razón por la que la ha tenido que rechazar y tienen que infiltrala.

El problema es que, apunta la hija, «el coronavirus no se va a acabar este año y mi madre ya lleva dos años y medio aguantando dolores, ¿se va a tirar dos años más esperando?»

Defensor del Paciente. La Asociación Defensor del Paciente ha remitido recientemente un correo al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, para contarles la reclamación de la familia de María Rosa, que está en lista de espera «desde 2018 esperando una intervención de cadera, con una agravamiento importante en su calidad de vida». La Asociación se muestra además en el correo muy crítica con la situación de las listas de espera en la región. «¿Qué pasa con la Ley de Garantías? ¿Qué pasa con sus responsabilidades? Es que les da igual ¿verdad?», llega a preguntarse, para reivindicar a continuación que, merced a la Ley de Garantías, se haga las pertinentes intervenciones a María Rosa.