Vitápolis: Una alternativa de vivienda para mayores de 50 años

Mario Gómez
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Vitápolis plantea un modelo de 'cohousing senior' que ofrece 35 apartamentos privados con zonas comunes que facilitan la vida y la convivencia. Dos de las viviendas se encuentran disponibles

Candela reside en Vitápolis desde su apertura y es una aficionada a la jardinería. «Mudarme fue acertado», asegura. - Foto: David Pérez

Hablar de cohousing es hacerlo de una interesante alternativa habitacional porque permite compartir gastos y experiencias de vida, puesto que, aunque las viviendas son espacios privados en los que los residentes tienen completa independencia, hay zonas compartidas que invitan en cierto modo a la vida en comunidad. Esta idea, que puede resultar algo novedosa en España, lleva más de medio siglo implantada en países como Dinamarca, de donde es originaria, y que permite experiencia de vida más rica con otra gente.

Hablar de 'senior cohousing' en Toledo es hablar de Vitápolis, una iniciativa que comenzó a desarrollarse en 2017 y que en 2020 se convirtió en realidad. Se trata de un complejo residencial situado en el barrio del polígono que ofrece servicios sociosanitarios a la carta a sus residentes. El edificio de Vitápolis, completamente accesible, esta formado por 35 apartamentos  y más de 1.500 m2 de zonas comunes que engloban consultorio médico, gimnasio, lavandería, piscina y salas de juego, de lectura y televisión. Yes que Vitápolis es un proyecto pionero que pretende construir un entorno que recoja las aspiraciones vitales de sus moradores: lugares agradables para relacionarse, con espacios para aprender, cuidarse, compartir y estar atendidos, manteniendo al mismo tiempo su privacidad e independencia en cada uno de sus apartamentos.

En la actualidad son 33 los apartamentos que se encuentran ocupados, quedando uno de ellos en disposición de adquirir el derecho de uso y otro disponible en régimen de alquiler. Los interesados pueden dirigirse a la propia cooperativa, ya que otra de las particularidades de este edificio se gestiona mediante el modelo de «vivienda en cooperativa». Los usuarios forman una cooperativa, que es la propietaria del edificio, y es la que verifica cualquier transacción de compra o uso de las instalaciones. Para acceder al complejo,  hay que comprar una acción, que requiere de unas condiciones para poder ser adquirida: ser mayor de 55 años y hacer un aporte inicial de entorno a 120.000 euros, tal y como indica Candela Camacho, usuaria de Vitápolis y secretaria de la cooperativa.

Vitápolis dispone de 1.500 metros cuadrados de zonas comunes.Vitápolis dispone de 1.500 metros cuadrados de zonas comunes. - Foto: David Pérez«volver a empezar». Para Candela mudarse al edificio supuso «una oportunidad de empezar de nuevo». Al quedar viuda y no tener familia, cayó en sus manos un folleto de esta cooperativa que en aquel entonces daba sus primeros pasos. Vendió su vivienda al uso en una urbanización cercana y decidió trasladarse aquí.

«Es lo mejor que he podido hacer», relata muy contenta. Y es que, tal y como la propia Candela explica durante la jornada de puertas abiertas, en la que es una de las encargadas de mostrar el edificio, «siempre hay gente dispuesta a charlar, echar una partida o dar un paseo», pero también aclara que «si te levantas con el día de no querer hacer nada, tienes tu piso del que no es necesario salir si no quieres».

Candela es completamente autónoma, cocina, lava, hace las tareas del hogar y no necesita ningún tipo de asistencia, pero durante el recorrido cuenta como «en función de las necesidades de los usuarios, la cooperativa te cubre todas las necesidades». Cuenta que en estos casi dos años han pasado la pandemia «con mucha responsabilidad», motivo por el cual solamente ha habido un contagio, «y ha sido al final», matiza.

La decoración de los apartamentos corre a cargo de los usuarios.La decoración de los apartamentos corre a cargo de los usuarios. - Foto: David PérezElla es apasionada de la jardinería y en su rellano no faltan nunca plantas. Tanto es así que incluso ha regalado plantas a sus vecinos y se encarga con otras vecinas del cuidado de las zonas comunes.

Los baños están adaptados para personas con movilidad reducida.
Los baños están adaptados para personas con movilidad reducida. - Foto: David Pérez
El edificio está aumentando sus instalaciones de forma gradual, y está previsto que en breves cuente con servicio propio de cocina y el gimnasio esté completamente equipado; pero de momento, los usuarios siguen viviendo «una segunda juventud», de esta forma tan innovadora.