Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


Hay huelgas y huelgas

15/11/2022

Si los médicos de urgencias, los pediatras y los de atención primaria de Madrid y otras regiones van a la huelga el próximo día 21, los pacientes no lo notarán, por desgracia, exageradamente: la infame situación de la Sanidad Pública, que en Madrid tiene su máximo y más deplorable modelo, les concede apenas cinco minutos para ser atendidos, reconocidos y diagnosticados por sus médicos, y eso si sus dolencias no precisan de tratamiento urgente, pues en ese caso es muy probable que no dispongan ni de esos cinco minutos porque no encuentren médico ninguno en el centro sanitario de urgencias precisamente.

Si los médicos de primera línea, esto es, los de urgencias, los de los niños a los que acecha el desatado fantasma de la bronquiolitis, y los de cabecera, van a la huelga el día 21, cual confirmaron en la multitudinaria manifestación del domingo contra los desafueros sanitarios de Díaz Ayuso y su consejero del ramo, los ciudadanos no la acusarán gran cosa porque ya padecen los servicios mínimos, minimísimos, que se les presta en beneficio de su salud sin que haya huelga ni nada, y prueba de esa adhesión ciudadana a la causa de los sanitarios explotados, despreciados y mal pagados de la Comunidad de Madrid fue su presencia masiva en la manifestación de La Castellana.

Si los médicos más maltratados van a la huelga el día 21, no sólo estarán haciendo uso de un inalienable derecho en democracia, sino también de una obligación insoslayable, la de velar por una atención eficaz y digna a sus pacientes, cuya esperanza de vida, por cierto, se ha reducido en dos o tres a años en los últimos tiempos, y no sólo por la pandemia, sino también por el abandono que por parte de ejecutivos regionales como el de Ayuso padecen, particularmente los crónicos, los necesitados de cirugías urgentes y los mayores.

Si los médicos hacen huelga el día 21, será una verdadera huelga, esto es, una huelga que persigue el bien para todos, y no como la de la Plataforma esa del transporte, que lo que persigue es el perjuicio para la mayoría en beneficio de unos pocos, de los que tienen prisa porque la ley que prohíbe trabajar a pérdidas y que los camioneros descarguen, aprobada en agosto, lleve algún retraso en su aplicación efectiva, como si en este país alguna ley se aplicara con la debida efectividad y diligencia.

Si los médicos van a la huelga el día 21, y si coincide en el tiempo con esta otra que ya ha nacido medio muerta por el repudio general, se entenderá, sin asomo de duda, que hay huelgas y huelgas.