2024, de vuelta a Hawái

J. M. Loeches
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El triatleta toledano Pedro Tomé tiene como objetivo a largo plazo regresar al Campeonato del Mundo Ironman coincidiendo con el décimo aniversario de su debut y el cambio de grupo de edad

2024, de vuelta a Hawái

Pedro Tomé ha pasado ya la página de este aciago 2020 y tiene los cinco sentidos orientados a 2021. Eso como objetivos a corto plazo, porque a largo, el triatleta toledano también se ha planteado ya en serio volver al Campeonato del Mundo Ironman de Kona, en Hawái, y 2024 es la fecha elegida. Por mucho motivos. Confluyen que hará diez años de su debut en esta prueba, en 2014; que su hija cumple 18 años y se lo ha prometido de regalo; y que cambia de grupo de edad (55 a 60 años).

Como él mismo reconoce, necesitaba una motivación después de unos últimos meses en los que no ha podido competir: «Me motivó porque es una cifra redonda y un buen aniversario de vuelta». Eso sí, el integrante del Fundación Azierta Bicicletas Pina Tritoledo no se quiere desprender de los objetivos intermedios que van a surgir hasta dentro de cuatro años. Es una manera también de compaginar el deporte con su negocio, pues hay que recordar que hace menos de un año que abrió un estudio de entrenamiento.

Así las cosas, Tomé ya acumula unas semanas de entrenamientos pensando en su siguiente cita, que parece que será el Ironman de Lanzarote, en el mes de mayo. Allí es donde logró clasificarse para Hawái hace seis años. «Es uno de los que más me gusta y me da más seguridad porque lo conozco», reconoce el capitalino, aunque es consciente de que es «uno de los más duros». En cualquier caso, está pendiente de las inscripciones porque, al no celebrarse la edición de 2020, se están canjeando para el que viene. Hay que recordar que las distancias para esta modalidad son 3,8 kilómetros de natación, 180,2 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie.

Asimismo, la idea del triatleta es preparar también el Campeonato de España de Larga Distancia, que se disputará el 30 de mayo, si la pandemia lo permite, en Platja d’Aro, en Gerona. Tomé explica que esta distribución de pruebas le permite «alcanzar el pico de forma en mayo y descansar después de cara al verano».

Con vistas a los años siguientes, en la planificación entrada competir en un Ironman cada año, más o menos, «para competir y seguir estimulándome con esa distancia». Tampoco quiere aparcar los Nacionales porque «de cara a las ayudas, son competiciones que cuentan mucho». Lógicamente, van pasando los años y el toledano también quiere «aprender del cuerpo y ver cómo respondo», sin perder de vista esa meta del Campeonato del Mundo, que también se tomará, cuando llegue, «como otro reto nuevo», al cambiar de grupo de edad. «Es la fórmula que me mantiene enchufado», añade.

Para alcanzar el sueño de viajar de nuevo al achipiélago estadounidense, Pedro Tomé sigue contando con el gran apoyo de su club, el Tritoledo, que le permite ajustar sin problemas sus competiciones. Además, le sigue prestando la bicicleta la forma Zeppo. De hecho, tiene el compromiso de mejorar el modelo en caso de clasificarse para Kona. Asimismo, la marca andorrana Otso también le proporciona material deportivo.