«Se vende» la estación de tren de Toledo

Mario G. Gutiérrez
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Tras varias exposiciones sale a la venta una réplica del icónico edificio toledano. Jesús Martín, su autor ha tasado la obra, y espera que salga algún comprador interesado en ella

Jesús posa junto a la maqueta de la estación de tren de Toledo. - Foto: Yolanda Lancha

La estación de tren de Toledo está a la venta. Puede que este titular haya sorprendido o incluso alertado a muchos, que puedan haber pensado que sea el edificio de estilo neomudéjar y declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento, el que busque comprador.

Pues ni sí, ni no, porque si bien es cierto que se trata de 'La estación de tren de Toledo', no hablamos del edificio de 1919, sino de una réplica que ha hecho Jesús Martín, un moracho afincado en el barrio de Santa María de Benquerencia.

De «hace un par de años o tres» data Jesús su obra, y es que, con cierta afición por la pintura, es la primera maqueta que recrea a cierto tamaño, pero no la primera «construcción que realiza».

Espoleado por un incidente, «sacó su orgullo» para ganar todos los premios de carrozas que concedía  el Ayuntamiento de Mora. Luego estuvo durante «casi 40 años» realizando las carrozas que el Consistorio usaba para el tradicional desfile de la Fiesta del Olivo.

Desde 2004 ya no ejerce dicha labor, pero hace unos años, rescató las «más de 200 fotos» que en su día  hizo para recrear la estación ferroviaria y ganar «todos los premios de aquel concurso».

Dicho y hecho, y tras ocho meses de esfuerzo, «tratar de recrear cada detalle» y «pegar mucho corcho» logró finalizar la obra que, ahora reposa en el Centro Social del barrio.

«Las paredes llevan hasta tres capas de corcho para recrear el volumen, las tejas las hice con pajitas de plastico de las que se usan para beber» comenta. Tras ello, una cuidada pintura que recrea todos los detalles de este edifico emblemático de la ciudad.

Reconoce que la maqueta ha pasado por varias exposiciones,   en ocasiones ha habido interés por comprarla y en otras incluso se ha visto dañada, «en una de las exposiciones me rompieron la urna que la cubría, en otra rompieron algunas de las chimeneas» lamenta. La última vez que estuvo expuesta precisamente fue en el Centro Social arropada por una serie de pinturas del propio Jesús.

Desde entonces reposa en una habitación, y ahora que las condiciones sanitarias han mejorado, su autor se ha decidido a ponerla en  venta. «Solamente en materiales ha supuesto más de 800 euros, y si a eso le sumas el tiempo dedicado, no creo que pida un importe excesivo» comenta.

El volumen de la obra impide que sea manejada de cualquier forma. Además requiere un espacio amplio para ubicarla, por lo que aquel que se interese, debe tenerlo en cuenta, y eso dificulta el afloramiento de candidatos.

Ahora Jesús ha empapelado la ciudad con el anuncio de la venta esperando que surta efecto, mientras tanto, la recreación espera a sabiendas de que este puede ser su último tren.