Cada primer fin de semana de agosto desde hace doce años, en Camuñas, el reloj de Canseco de 108 años retrocede en el tiempo para llevarnos hasta el año 1808, donde sus habitantes nos invitan a rememorar la historia de Francisco Sánchez Fernández, ‘Francisquete’, cuya leyenda ha llegado hasta nuestros días como la del ‘Tío Camuñas’.

Gracias al empeño y esfuerzo de la asociación La Partida de Camuñas, que hoy componen más de 400 personas, esta localidad toledana celebra con una recreación histórica el momento en el que ‘Francisquete’ se alzó contra la invasión de las tropas napoleónicas, y organizó una partida que se convertiría una de las cuadrillas de guerrilleros más temidas de la zona centro de la Península Ibérica. Emboscados, esta partida asaltaba a todo soldado francés que se encontrase en la zona y hasta Despeñaperros. De ahí el grito ‘¡que viene el tío Camuñas!’ que utilizaban los franceses y que ha llegado hasta nuestros días como forma de asustar a los niños.

Durante el primer fin de semana de agosto tendrá lugar esta recreación que comienza con el ‘Juramento del Guerrillero’, y al que acompañarán multitud de actividades en torno a esta celebración con la que los habitantes de la localidad quieren mantener viva esta tradición, y que les llevó este año por primera vez a promocionar este acontecimiento en la Oficina de Turismo que la Junta de Castilla-La Mancha tiene en plena Gran Vía de Madrid.

‘Jugamos a la guerra para contar la historia’, rezan los carteles promocionales de esta conmemoración, pero como explica el presidente de la asociación La Partida, Pedro Gallego, «no es una recreación de la guerra, sino del encuentro y del entendimiento». De hecho, durante las jornadas se hace un alegato por la paz que representan los niños del pueblo.

Como novedad, este año los tres actos en los que se desarrolla la recreación histórica serán traducidos al lenguaje de signos. Una apuesta por hacer más accesible la narración de uno de los hitos simbólicos del pueblo. No obstante, y como quiso dejar claro su alcaldesa durante la presentación, «Camuñas tiene al Tío Camuñas pero tiene mucho más», alegó Carmen Cano, citando la Iglesia Parroquial, obra de Juan de Villanueva, el famoso reloj de Canseco, proveedores de la Casa Real, o «uno de los mejores molinos de viento de toda Castilla-La Mancha», reclama, para invitar a todos aquellos que lo deseen a conocer las bondades de este pueblo de la llanura manchega.

Rubén Puche será el encargado este año de encarnar la figura de ‘Francisquete’, papel que representará con «gran honor y orgullo» como símbolo de la localidad, más aún cuando se confesó «no originario» del pueblo.

La Gran Vía de Madrid quedó tomada por las tropas napoleónicas ante la mirada atónita de los turistas que transitaban esta céntrica calle de la capital, y pudieron comprobar de primera mano cómo los campesinos hacían frente al invasor con sus palos, garrotes, rastrillos arcabuces y navajas de gran tamaño, como la del ‘Tío Camuñas’, con la que pasó a cuchillo a incontables franceses tras jurar venganza a su hermano, que fue ahorcado en el molino del pueblo buscando la obediencia y sumisión de sus habitantes ante el invasor.

Como señaló la alcaldesa, es la primera vez que llegan hasta el corazón de Madrid para promocionar su recreación, «pero no será la última».