CiBRA dice adiós sobre la alfombra roja

O. Furones
-

Sobre la alfombra roja del Palacio de Congresos El Greco, en Toledo, se dieron cita un gran elenco de actores para disfrutar de un broche final de la 13º edición del festival del Cine y la Palabra, CiBRA.

El actor toledano Álvaro Rico en la clausura del CiBRA.

El festival del Cine y la Palabra, CiBRA, ha dicho adiós a una nueva edición que deja «buen sabor de boca», palabra de director, Gabriel Castaño, después de días haciendo las delicias de los amantes del séptimo arte, no solo en la capital, sino en muchos de los pueblos toledanos.

Para poner el broche final, el Palacio de Congresos El Greco, se vistió de gala, alfombra roja incluida, con todo detalle milimetrado. Protagonistas, premiados, acompañantes, autoridades, y público en general, pudieron disfrutar una vez más de un festival que crece a pasos agigantados a medida que se va haciendo mayor, la decimocuarta edición viene llamando a la puerta.

¡Flashes, cámaras, y acción!, al más estilo Hollywood, Toledo se convertía por unas horas en el ojo del huracán de la cultura, en la capital del cine. Cultura que tan mal lo «ha estado pasado estos meses en pandemia», como apuntaba Luisa Gavasa, premio Alice Guy Cine, que por fin, después de tantas idas y venidas, el volverse a reunir es un aliciente del gran futuro que tiene este arte por delante. Para la artista zaragozana, de sonrisa imborrable, «Toledo se está convirtiendo en una segunda casa. Festivales como este son imprescindibles, necesitamos seguir promoviendo la cultura, parecía que nos habíamos muerto con la pandemia, pero ni mucho menos».

De gala también, las autoridades políticas. No se quisieron perder tal cita. En representación al Gobierno regional, se dejaron ver la consejera de Educación, Cultura y Deporte de Castilla La Mancha, Rosana Rodríguez, o el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina. «Un festival, el 12+1, que poco a poco va ganando enteros, en su presencia, en expansión... y eso lo hace más atractivo, en el panorama nacional. Es un festival que habla de literatura, narrativa, relatos. Además, este festival tiene una parte educativa», declaraba la Consejera que además anunciaba «que el Gobierno regional seguirá trabajando junto al sector, para impulsar la industria cultural, y próximamente también ese impulso llegará a las salas de cine, una de las cuestiones también a cuidar, y destinaremos en estos presupuestos una parte para contribuir a su mejora, después del duro tiempo que le ha tocado sufrir».

Desde el ayuntamiento de Toledo, Noelia de la Cruz, portavoz y concejala de Obras y Servicios, Agenda Urbana y Transición Ecológica y Relaciones Institucionales, se mostraba «orgullosa de que esta gala volviera a ser presencial. Han sido 14 días de más de 60 actividades, en 14 localizaciones distintas de toda la ciudad, seis preestrenos y la ciudad llena de cultura y literatura. Toledo seguirá apostando por este festival».

Y como broche final a tanto glamour, alguien de la casa, de la tierra. Álvaro Rico, de blanco impoluto, para él «es volver a casa». Si CiBRA se hace mayor y más reconocido con el paso de los años, misma sensación saborea el toledano que hace de anfitrión a compañeros de profesión como Eduard Fernández, Blanca Portillo o Guillermo Arriaga.