El entrenador del Soliss Talavera, Juanma Marrube, es consciente de que la empresa de la permanencia resultaba complicada ya que su escuadra dependía de los pinchazos de Leganés y de Mengíbar; ambos ganaron sus respectivos encuentros, al igual que los talaveranos al imponerse por 5-4 a Zaragoza.

En este sentido, el preparador declaró que «era complicado y también fue difícil nuestro propio partido en el que tuvimos muchas situaciones de gol, estar 0-2 en contra y dar la vuelta al marcador». Mientras que en la segunda mitad, «te pones 5-2». Por tanto, «nuestro propio partido era un hándicap y lo sacamos». Pero lo que está claro es que «los planetas no se alinearon y al final tuvimos ese mal sabor de boca».

En su balance de la campaña, asegura que «la temporada ha sido dura, aunque buena en crecimiento para los jugadores». En definitiva, «una pena no lograr ese objetivo porque estuvimos a las puertas y hasta el último partido por conseguirlo».

El técnico prefiere «pensar en positivo y en lo que hemos vivido y el camino que hemos tenido». Entiende que del varapalo del descenso «hay que reponerse». Otro dato a destacar fue el apoyo de la afición: «Ha sido espectacular y, sobre todo, en el momento del 0-2 en contra, que era cuando necesitábamos ese empujón». En definitiva, los seguidores «han estado a la altura del partido, han arropado a los jugadores y ha sido muy importante para nosotros».

El descenso se consumó el sábado, pero se vino fraguando durante toda la temporada: «No es por esta jornada final, ni por los últimos diez partidos, sino por los 34 en conjunto». Y reiteró que «nuestro mayor hándicap fueron los meses de noviembre y diciembre con las dos copas (Copa del Rey y Trofeo de la Junta) y ocho jugadores; afrontamos muchísimos partidos por semana nos lastró». Pero, a la vez, puso de manifiesto que «no hay que reprocharse nada y este grupo de jugadores han estado de diez en situaciones adversas y considero que eso es también una victoria».

Y a partir de ahora lo más conveniente, según Marrube, «es tener templaza, tranquilidad, analizar todo y hay que replantearse muchos aspectos». Sobre todo, «a ver lo que nos deparan las próximas semanas».

El técnico, a preguntas de los medios, valoró su estancia en Talavera: «Es una ciudad que vive el fútbol sala, que se ha entregado con nosotros y a los jugadores les decía que yo era, incluso, más cerámico que alguno de ellos». También incidió en que «una persona que deja a sus hijos en casa y que en ningún momento está pensando en irse simplemente por el grupo de jugadores con el que trabaja, es el reflejo de la entrega que hemos puesto todos por este escudo y por esta ciudad».