«Hace exactamente 5 años y aún no se sabe cómo murió Julio»

F. J. R.
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La familia de Julio García pide «justicia» y que se esclarezcan las causas de su muerte en Santa Bárbara. Hoy comienza el juicio, exactamente en el quinto aniversario de la agresión

Fachada del bar, propiedad de Julio pero alquilado, donde sucedieron los hechos el 10 de mayo de 2017. - Foto: Yolanda Redondo

El Juzgado de lo Penal número 4 de Toledo acoge hoy el juicio por la muerte de Julio Sergio García, un toledano de 43 años que falleció el 12 de mayo de 2017 por el daño cerebral ocasionado, presuntamente, por una agresión que sufrió dos días antes en un bar de su propiedad que en esos momentos tenía arrendado.

Cuando se cumplen hoy exactamente cinco años de este suceso, que conmocionó a todo el barrio de Santa Bárbara, en donde residía la víctima, la familia y los amigos de Julio esperan que se haga «justicia» y «que paguen los culpables».

«Hace exactamente cinco años y no se sabe nada de cómo murió Julio», explica su amiga Estefanía, que es espera que hoy se desvelen los pormenores que desembocaron en la muerte de este vecino del barrio de Santa Bárbara.

Tras el trágico suceso, la Policía Nacional procedió a la detención de dos hombres. Uno de ellos era la persona a la que Julio tenía arrendado el bar, mientras que el otro era un familiar de éste que se encontraba en esos momentos en el interior del establecimiento.

Al parecer, según se fue conociendo esos días, Julio, al que todos en el barrio conocían como 'Julito', tenía alquilado el bar y él residía en el inmueble de la planta de arriba. Un problema con el pago de la luz de un inquilino anterior desemboco en un corte de suministro y, para tratar de que en el bar tuvieran electricidad, Julito tendió un cable desde su casa hasta el local.

Ese día se jugaba el derbi madrileño entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, y algo debió suceder con el cable de alimentación.

Julio bajo al local y nunca más salió de ahí. Su hermano Óscar, que vivía con él, oyó voces y bajó. Cuando entro vio a su hermano tirado en el suelo, inconsciente, con un fuerte golpe en el ojo.

Las personas presentes en el bar afirmaron, según la versión de los allegados de Julio, que éste se había caído solo y que estaba fingiendo. Óscar, ante la gravedad de las heridas de su hermano, decidió llamar a una ambulancia.

Los servicios de urgencia decidieron su traslado al hospital Virgen de la Salud en UVI móvil y, al cabo de dos días, Julio falleció finalmente debido a numerosos coágulos en el cerebro.

Todos los testigos de lo que pasó son familiares de los acusados, a excepción de una persona, que no pudo declarar en los días posteriores al encontrarse mareado.

«No hemos tenido apoyo policial ni nada. Nadie le socorrió en el bar y han estado en libertad en todo momento», se lamenta Estefanía, que espera que la Justicia aclare todo en el juicio de hoy.