Si la pandemia y su escaso flujo turístico durante gran parte de ella mermó los ingresos de un sector como el hotelero, más aún lo hacen esos apartamentos turísticos que ofrecen una vivienda en el centro de una ciudad, sin control ni seguridad y «con un precio regalado». Así lo transmite Diego Ortega, presidente de La Alianza Hotelera (un conglomerado de cadenas hoteleras que se reunió ayer en Toledo) y propietario del Hotel Eugenia de Montijo de Toledo, así como de los alojamientos de la cadena Fontecruz Hoteles.

Aprovechando que en la cita estaban los representantes de este sector, Ortega fue preguntado por los medios de comunicación por asuntos que los afectan directamente y que son ajenos al motivo principal que les trajo hasta Toledo. Entre los diversos temas, Diego Ortega levantó la voz para dar su opinión acerca de la situación de los apartamentos turísticos en una ciudad como Toledo, sin regulación ninguna. A su juicio, que estos no se amparen en una ley concreta hace que «jueguen en otra liga» o que hagan «competencia desleal». El dirigente del Eugenia de Montijo expresó su malestar por las facilidades que se encuentran para convertir un piso residencial en uno turístico «de un día para otro». Insiste en que al menos se delimiten áreas en la ciudad para su explotación o que se abran en un edificio completo y único para ello, «no en mitad de una comunidad vecinal».

Por ello, pide una regulación «necesaria», como se encuentra, dice, en infinidad de países a los que viaja o «como ya ocurre en Barcelona, donde hay zonas en las que se prohibe su licencia y otras que se denominan 'en crecimiento'», para llegar hasta lo que Ortega describió como «competencia leal».

Esta reivindicación llega una semana después de que conociéramos las intenciones del Ayuntamiento al respecto. Regular estos apartamentos por medio del futuro POM, en vez de realizar una ordenanza específica que pueda tener problemas en los tribunales.