No es definitivo, pero está encima de la mesa. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha está estudiando rebajar a Nivel 2 las restricciones por coronavirus en Toledo capital a partir de este mismo viernes, aunque la decisión final dependerá de la evolución de la pandemia en los próximos días.

La situación en toda la región ha mejorado en general, y es por ello que el Gobierno autonómico comunicó ayer que barajan que toda Castilla-La Mancha se iguale a Nivel 2 en tres días y que se reduzcan así las medidas «en aquellas poblaciones donde se aplican de forma más rigurosa».

De esta forma, el caso de Toledo capital sería uno de los implicados. La tasa de incidencia del coronavirus ha bajado en la última semana en la ciudad de 329 a 228 personas por cada cien mil habitantes, según los datos actualizados por las autoridades sanitarias la pasada semana, por lo que de mantenerse esta tendencia, este próximo viernes podría ejecutarse la rebaja de las medidas.

El efecto más directo que tendría el pase de Nivel 3 a Nivel 2 sería la reapertura del interior de los locales de hostelería, que podrán volver a servir a un 50% de su aforo. Las terrazas también aumentarían su capacidad, y en la nueva fase estarían operativas a un 75% de su capacidad.

Además, con el cambio de nivel de restricciones se produciría de nuevo la apertura de cines, teatros y museos, así como de las bibliotecas, aunque todos estos casos tendrían limitado su aforo a un 30% de su capacidad.

    En el interior de salas de bingo, casinos, salones recreativos y de juegos y locales específicos de apuestas se limitaría el aforo máximo al 50 por ciento del establecido.

Las celebraciones posteriores a eventos como bodas, comuniones, bautizos y otros de similares características en locales de hostelería y restauración tendrían limitado su aforo a 100 personas en espacio abierto y 50 en espacio cerrado. Si estas celebraciones posteriores se llevan a cabo en otro tipo de instalaciones, no se podría superar el número máximo de 6 personas.

Las visitas guiadas a monumentos tendrían una limitación de seis personas por grupo.

Los hoteles sólo podrían contratar el 75 por ciento de su capacidad. El uso de sus zonas comunes se verá limitado en su aforo al 50 por ciento.

Los mercadillos seguirían a un tercio de su capacidad y las piscinas municipales permanecerían cerradas. No así las instalaciones deportivas municipales, que tendrían un 30% de aforo si son cubiertas y un 60% si están al aire libre.