Los servicios de emergencias de Castilla-La Mancha han atendido esta mañana, hacia las 11:24 horas, dos llamadas por el desbordamiento del arroyo Sangüesa en la calle Real de Cebolla. En este sentido, la información aportada detallaba la entrada de agua en garajes y patios. No obstante, no se hizo petición de ninguna ayuda para atajar la incidencia.

Menos de una hora después, hacia las 12:10 horas, los servicios de emergencias de Castilla-La Mancha recibían también el aviso de que había dejado de llover y bajaba el nivel del agua.

Hace dos años, en el cuarto desbordamiento en un periodo de siete años, sufría el 8 de septiembre, en plenas fiestas, una riada que violentó las casas, devoró los puestos de los feriantes y condujo atropelladamente los coches por el centro del pueblo.

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El Ayuntamiento había lanzado esta mañana unas recomendaciones a los vecinos ante el riesgo de tormentas. Así, había mencionado evitar el tránsito por la plaza y toda la zona del cauce del arroyo, así como el tránsito por zonas de arbolado. En las viviendas, se recomendaba cerrar puertas y ventanas. A los conductores advertían de que, ante una tormenta, se recomendaba detener el vehículo en una zona segura y permanecer en su interior. Además, evitar el uso del teléfono móvil si se encuentra en la calle y buscar un lugar para refugiarse. En caso de ir en grupo, separarse era otra de las sugerencias, como resguardarse lejos de objetos metálicos y no correr.
Casi una treintena de inmuebles se han podido quedar sin suministro eléctrico hasta el final de la jornada, según acaba de informar el Ayuntamiento de Cebolla.