Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Exégesis de Ayuso

10/11/2022

Anda ya la izquierda zascandileando de nuevo con la idea de que es Ayuso quien marca la política de Feijóo. No seré yo quien contradiga a los propagandistas del régimen, que para eso cobran su sueldo divinamente. Pero no aciertan del todo cuando quieren embarrar el campo. Mentar a Ayuso, de momento, es hacerle un favor a Feijóo, pues la presidenta madrileña sube en las encuestas y será vector clave en las posibilidades del gallego. La teoría de que dándole a él y poniéndolo a la sombra de la lideresa lo hacen de menos puede ser sugerente, pero la inteligencia de Alberto no es comparable a la de Pablo. El segundo no supo lidiar con el mayor activo del partido en los últimos tiempos y acabó comiéndose una manifa de los suyos un domingo por la mañana, pidiéndole que se fuera a su casa y dejase en paz a la madrileña. Qué torpe no sería Casado que consiguió que hasta las señoras de visón se dieran a la pancarta después de misa. Hay que valer.
Los problemas de Feijóo son otros que Génova no ve, bien porque se le empañan las gafas o porque tiene cogido el tranquillo a las mayorías absolutísimas y en Madrid no se faja. Los que piensan que Sánchez caerá de maduro con el estilo Feijóo se equivocan de medio a medio; deberían leer el Manual de Resiliencia para convencerse de que a Pedro no lo echan ni con agua hirviendo. Por eso sirve la táctica Tezanos y bien valen cien mil euros del CIS. Se trata de descorazonar, horadar y pinchar la burbuja y el halo que envuelven al brujito gallego. Con su cortejo de meigas en forma de propuestas cree que hará conjuro para que Sánchez salga del Falcon, sin darse cuenta de que para derrotar a Antonio -Draghi dixit- hace falta un aquelarre completo.
Por eso, tiene mucho más sentido y gana adeptos el estilo Ayuso. La derechona se vuelve loca y atrapa a quienes dudan. Ha sabido crearse una marca propia y va de moderna y lista. Le rompe los esquemas a la izquierda porque es pandillera y la reta en su propio campo. Ahora tiene la huelga de médicos y veremos hasta dónde le llegan los principios de la Thatcher. Pero los facultativos harían mal si se dejan llevar por la ola de propaganda de Moncloa para desgastar a la presidenta madrileña. Ayuso es una atrapalotodo con chupa de cuero, que lo mismo baila un twerking que pone ojitos a Sánchez mientras lo llama mentiroso. Algo de Cruella lleva dentro y unos cuantos dálmatas ya cazados con los que se ha hecho abrigos de coleta en lugar de piel.
Si Feijóo quiere ganar dentro de un año a Sánchez ya se puede sacudir los complejos de la derechita cobarde. Ahora llega una huelga de transporte y los hosteleros no pueden pagar la luz. España no es país para autónomos, los echa a patadas con un régimen fiscal asfixiante y promoción de empleo público. ¿Quién pagará las nóminas de los funcionarios si nos cargamos la inversión privada? Pedro tiene en su mano la resolución del caos en Podemos, porque al final no votarán ni a Yoli ni a Pablo. La izquierda a la izquierda del PSOE lo votará a él, como ocurrió en Portugal, hartos de refriegas y luchas intestinas. Como pasará en Cataluña con el voto de Esquerra, que huirá al PSOE de Illa después de tanto proceso disruptivo. Las encuestas son aire y van al aire y los votos son votos y a la urna van. Si Feijóo espera la caída de la manzana de Newton, va listo. Ayuso le cierra otra calle para decirle por dónde se va a la Moncloa.