Hace falta ser muy osado para acusar a Núñez Feijóo de "no estar preparado" para asumir la dirección de un partido y aspirar a ser presidente del gobierno. Es peor todavía cuando la acusación proviene de una persona cuya trayectoria política -más allá de la profesional, abogada- es haber sido teniente alcalde de esa ciudad y, después, utilizar a cuanto dirigente de izquierdas había en Galicia para ir medrando dejando atrás a quienes la habían ayudado a ser parlamentaria gallega y diputada nacional. Luego llegó al gobierno de la mano de Pablo Iglesias, que la designó candidata a la presidencia del gobierno de Podemos y vicepresidenta, y que no hace mucho confesó que se sentía traicionado por la peripecia de Díaz en Andalucía, cuando maniobró para cambiar al candidato elegido por Podemos, colocó la suya … y luego pasó algo oscuro con la inscripción de la plataforma conjunta.
Yolanda Díaz pasa de Podemos y de lo que haga falta, solo es fiel a los objetivos que se ha marcado. Que no van bien, por cierto.
Por eso ha arremetido contra Feijóo cuando el presidente del PP le amargó lo que ella presentaba como un triunfo personal y político, que España ha bajado de los 3 millones de parados. Feijóo dijo que la cifra estaba maquillada, y se refirió a algo que los expertos y analistas de toda ideología ya habían apuntado: que el gobierno ha cambiado el modelo de altas en el empleo sumando los fijos discontinuos, y unas 600 mil personas que alternan altas con paros, se consideran nuevos trabajadores. Incluso en los meses en los que cobran el paro.
La ministra de Trabajo ha arremetido contra Feijóo diciendo que no está preparado. A cualquiera se le ocurren argumentos más sólidos para descalificar a quien le critica, empezando por dar la cifra exacta de fijos discontinuos que figuran en las listas de empleo, y quitar así la razón, si no la tuvieran, a quienes han señalado exactamente lo mismo que ha señalado Feijóo. Por no mencionar que es una osadía, repetimos, que alguien que ha llegado al gobierno gracias a un pacto de coalición, impuesta como ministra y vicepresidenta gracias a ese pacto, e impuesta también como candidata a la presidencia del gobierno -no ratificada todavía por Podemos- considere no preparado a quien ha dirigido durante catorce años un gobierno regional, con cuatro mayorías absolutas, así que de política y gestión sabe algo. Dirigió además el sistema nacional de salud cuando dependía del gobierno central, y presidió una de las empresas públicas más relevantes, Correos.
Seguro que Feijóo tiene aspectos criticables en su trayectoria política, seguro que ha cometido errores, provocado decepciones y no ha cumplido algunas expectativas. Pero que le acuse de no preparado Yolanda Díaz, que ha llegado a donde ha llegado utilizando a tanta gente que confiaba en ella, y a la que dejó tirada… manda carallo, como dicen en Galicia.