David Ranera no pudo expresar mejor el sentimiento que rezumaba toda la familia del CD Illescas tras la eliminación en semifinales de los 'playoff' de ascenso a Segunda RFEF. «Me siento muy orgulloso de los jugadores y del cuerpo técnico; ha sido un año espléndido», indicó el capitán sagreño.

Y es que, por un lado había satisfacción, pero, por otro, rabia por no haber superado al CP Villarrobledo: «No hay que ponerle ni un pero al equipo, pero es verdad que ahora mismo podíamos seguir soñando». Para el central, fue «una lástima», el gol tempranero de Joseni, «en una jugada en la que no ajustamos bien», como reconoce el futbolista.

Desde su punto de vista, ese tanto fue «un palo grande», pero eso no impidió al cuadro toledano «tener el dominio del partido, aunque sin el premio del gol, que es lo que cuenta en el fútbol».

Ranera se quejó de la permisividad arbitral, que les impidió practicar su juego de transiciones rápidas habitual. «Creo que les permitió demasiado, sobre todo sin expulsar a algunos jugadores que tenían amarilla desde la primera parte; no pudimos hacer nada contra eso», cuenta.

Por lo demás, el zaguero da las gracias a todos esos aficionados que se desplazaron hasta el Manuel Delgado Meco de Alcázar de San Juan porque «se hicieron más de 100 kilómetros y estuvieron más volcados que nunca». Ranera está convencido de que «trabajando así, les daremos más alegrías».