El Ayuntamiento de Talavera ha iniciado las labores de afianzamiento del mural cerámico de la plaza de San Miguel que, en los últimos meses, había perdido numerosos azulejos. Después de analizar la situación, complicada por el estado del edificio, la concejalía de Imagen de Ciudad, dirigida por Montserrat Muro, ha decidido retirar las diferentes piezas para comprobar el lienzo y actuar en consecuencia.

El mural cerámico de la plaza de San Miguel sufre desde hace más de un  año el desprendimiento continuo de numerosos azulejos, que dejan una lamentable imagen de un proyecto que, justamente, buscaba lo contrario. El panel, con más de 6.000 azulejos y firmado por Santos Timoneda, forma parte del plan Urban, de fondos europeos, y tenía como objetivo revitalizar esta zona con una enorme obra cerámica ubicada en la plaza pero que también se disfruta desde la calle Portiña de San Miguel.

El estado actual del mural, del que se hizo eco La Tribuna, no era el deseado. En la parte del panel que mira a la plaza, sobre la trasera de un edificio cerrado y sin vecinos, son numerosos los azulejos caídos, algunos de ellos retirados por el Ayuntamiento ante el riesgo de desprendimiento. Otros se cayeron tras fuertes lluvias. En la otra parte, que mira a la Portiña, también se han ahuecado por las filtraciones de agua, pero no se ha desprendido aún ninguna pieza.

Muro es consciente del problema, que le preocupa especialmente por la imagen y por la seguridad de los vecinos. Por ello, han iniciado la retirada de muchas de estas piezas, en las zonas más perjudicadas, para su análisis y posterior colocación. A la vez, una empresa realiza un exhaustivo informe sobre el estado del inmueble, de la pared sobre la que se asienta la cerámica, afectada por humedades, y la mejor forma de colocación evitando que esto vuelva a ocurrir.

«La seguridad de los ciudadanos es lo más importante para nosotros», indica la concejala, que espera ofrecer la mejor solución a un problema que también se ha repetido en otro mural, el ubicado en la calle San Clemente, junto al Palacio de Justicia.

Cuando los azulejos comenzaron a desprenderse, la edil de Imagen Sostenible de Ciudad indicó que se trata de un problema «mal planteado de origen», ya que el panel se ubicó «sobre un edificio privado y en una situación lamentable, cerrado y sin ningún tipo de mantenimiento; preveíamos que podía ocurrir y ha ocurrido», dijo.