Un verano que suena a Taylor Swift

J. Villahizán (SPC)-Agencias
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El nuevo trabajo de la estadounidense logra convencer a crítica y público con un álbum intimista y alternativo

Un verano que suena a Taylor Swift - Foto: LAUREN HURLEY

Cuando parecía que la música estaba de capa caída a causa de la pandemia de coronavirus, llega Taylor Swift y rompe todas las marcas. La cantante estadounidense logró la pasada semana dos récords históricos en las listas de éxitos de su país con su reciente disco Folklore: es la primera artista que debuta a la vez en el número uno de álbumes y sencillos y, además, con más temas en el listado de éxitos a lo largo de su carrera.

Billboard, la entidad que desde hace 62 años mide el rendimiento de la industria musical en Estados Unidos, confirmó asimismo que el disco que Swift lanzó por sorpresa hace solo medio mes es ya el trabajo más vendido de todo 2020 con 846.000 copias despachadas solo en el país norteamericano. Pero no es en el único sitio, ya que su nuevo producto también está triunfando en el Reino Unido, Finlandia, Australia, Noruega, Nueva Zelanda y Bélgica.

En todo el mundo, Folklore lleva vendidos más de dos millones de copias según la discográfica de Swift, Republic Records. Con esas cifras, y en apenas una semana de existencia, el álbum se colocó en lo más alto de la lista Billboard. Al mismo tiempo, el sencillo principal del disco, Cardigan, debutó en el número uno del ranking Billboard Hot 100.

Asimismo, en esa última recopilación de canciones, la artista ha batido otra marca y se ha convertido en la cantante con el mayor número de temas propios que han formado parte de esa lista, un total de 113 composiciones a lo largo de su carrera. Con ese más de centenar de canciones, Swift se colocó por delante de Nicki Minaj (100), Aretha Franklin (73), Beyoncé (65), Rihanna (62) y Madonna (57).

De sobresaliente

No estaba pasando nada en el mundo de la música a causa del coronavirus. Nadie había decidido sacar sus nuevos trabajos en estos momentos, y menos en verano, así que todo estaba al ralentí o pospuesto hasta nuevo aviso; sin embargo la compositora de Pensilvania aprovechó el confinamiento, voluntario en su caso, para trabajar duro y sacar en pleno estío un disco de éxito.

El octavo disco de Swift, un álbum mucho más intimista y alternativo que sus anteriores discos poperos, se anunció tan solo 15 horas antes de su lanzamiento, pero ha conseguido unir el aclamo de la crítica con el éxito comercial. Y es que Folklore ha logrado la cuadratura del círculo: seducir tanto a público como a crítica. 

Grabado con Aaron Dessner, de la banda de rock alternativo The National, el álbum le ha valido las mejores reseñas de toda su carrera con una puntuación media de 8,9 sobre 10 en el sitio de reseñas Metacritic. «El disco se percibe fresco, con visión de futuro y honesto», apuntó la revista especializada New Musical Express. Su nuevo sonido, tan intimista y alejado de sus anteriores registros, refleja los meses de aislamiento de Swift y de alguna forma parece haber conectado con el gran público. 

Las letras de Folklore hablan de amores pasados en canciones como The 1 o My tears ricochet, mientras que otras se dirigen a personas conocidas (Mad woman), aunque no son necesariamente autobiográficas. The last great american dynasty se centra en la mecenas Rebekah Harkness, en cuya casa en Rhode Island reside Taylor, mientras Cardigan, August y Betty forman una especie de triángulo de amor adolescente con el que Taylor ha querido contar una historia de infidelidad desde distintos puntos de vista. En el álbum también hay lugar para la reflexión en temas como Mirrorball, que habla sobre la tendencia de la artista a la imitación, o Peace, un pequeño pensamiento sobre la infancia.