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M.R.Y. (SPC)
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El centroderecha planea unir sus fuerzas en un partido único que englobe a la Liga y a Forza Italia que ganaría las elecciones

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Italia parece haber recuperado la estabilidad política perdida hace meses. Y lo ha hecho gracias a un Gobierno de unidad configurado por una heterogénea coalición de partidos que incluye prácticamente todo el espectro político de la nación transalpina.

A pesar de que parece que el Ejecutivo liderado por Mario Draghi pueda sobrevivir hasta las elecciones previstas en 2023, los antecedentes del país -con seis primeros ministros diferentes en los últimos 10 años- hace que las formaciones políticas estén en perpetua campaña y se preparen ante unos eventuales comicios que pueden llegar en cualquier momento.

Y, en caso de que se celebrase una cita con las urnas, la derecha italiana sería la gran triunfadora.

La Liga de Matteo Salvini es, según todos los sondeos, el partido que más respaldo recibiría en las urnas, con un 21,5 por ciento, mientras que en segundo lugar se situaría, por primera vez, el ultraderechista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, que alcanzaría un 19,4 por ciento. El algo más del 9 por ciento de los apoyos que conseguiría el conservador Forza Italia de Silvio Berlusconi dejaría a este tridente al borde de la mayoría absoluta.

Sería un resultado mucho mejor que el cosechado en las últimas generales, en 2018, cuando esas tres fuerzas decidieron aliarse y concurrir juntos, aunque cada uno con sus siglas. El pacto se saldó con la coalición como primera opción, por delante del Movimiento 5 Estrellas (M5S), con el que finalmente la Liga pactó formar Gobierno, desvinculándose así de su unión inicial.

El hecho de que cada partido vaya por libre en el Parlamento debilita su acción. Por eso, tanto Salvini como Berlusconi negocian la creación de un «partido único» que englobe al centroderecha y que excluiría a los extremistas de Meloni.

Y es que la populista y nacionalista Liga se está apropiando del hasta ahora espectro de la derecha más moderada liderado por Forza Italia. Y eso es porque Hermanos de Italia se han erigido como los representantes de la radicalidad. Por ello, la unión sería, inicialmente, entre la Liga y Forza Italia -que en principio derivaría en el Partido Republicano-.

«No será una fusión en frío o desde arriba. Se trata de transformar en un movimiento político unitario lo que ya es hoy el sentir común de muchos electores de centroderecha», explicó Berlusconi. «El objetivo es hacer aún más eficaz la acción en el Parlamento», indicó, por su parte, Salvini.

Este previsible nuevo partido no se configuraría hasta las próximas elecciones generales, pero podría tener su continuidad en comicios autonómicos y locales, habida cuenta del éxito de la coalición de derechas en más de la mitad de las regiones de Italia. Aunque, en este caso, Hermanos de Italia está incluido. El tiempo dirá si la fusión es entre dos... o entre tres.