Toledo sufrirá las consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia más que la media nacional. Esta es la conclusión a la que llegan desde el Colegio de Economistas de Madrid, que ayer presentó en Toledo los resultados de la quinta encuesta entre sus colegiados, en la que han pretendido captar cómo perciben los economistas la recuperación económica del país tras la crisis sanitaria del Covid-19, los problemas más relevantes encontrados y el impulso del teletrabajo.
Jesús Santos, decano de la sección provincial, fue el encargado de dar ayer a conocer las principales conclusiones de esta nueva encuesta, elaborada en medio de una situación sin precedentes que lleva a la economía mundial a una recesión nunca antes conocida. El futuro de la recuperación económica no está claro y los propios economistas no se atreven a realizar un análisis contundente puesto que, como Santos indica, «hay que ver las medidas económicas que se van a ir tomando y cómo evoluciona el tema de una vacuna».
Así, lo que está claro es que no hay unas cifras para, a raíz de ellas, elaborar unas previsiones económicas, por lo que el panorama es «incierto». La recuperación económica dependerá de la evolución epidemiológica y, por tanto, «de las medidas sanitarias y de política económica que puedan adoptarse, así como de sus efectos», señalan desde el Colegio de Economistas de Madrid.
Uno de los elementos que mejor miden el pulso económico es la variación del Producto Interior Bruto (PIB). La encuesta a los economistas toledanos detecta que prevén que el PIB provincial y el regional de Castilla-La Mancha sufrirán este año una similar caída, situada en el 13,5%, un 0,6% más que la media nacional pronosticada por la Fundación Cajas de Ahorros (FUNCAS). Para el 2021 estiman que la recuperación económica de Toledo y del resto de Castilla-La Mancha también coincidirán en un promedio del 7,2%, un 0,7% menos que el promedio español vaticinado por FUNCAS.
En resumen, la provincia estará «cuatro o cinco puntos por debajo» de la media nacional y «hasta 2022 no se podrán recuperar los niveles previos».
Respecto a los problemas más relevantes para el crecimiento de la economía de la provincia y la región ante la recuperación de la crisis causada por la pandemia, los resultados muestran que el paro preocupa al 60% de los economistas toledanos, seguido por la inestabilidad política del país (50%) y la falta de medios sanitarios disponibles (48%). El cuarto problema, por orden de importancia, sería la elevada fiscalidad (42%) seguido por el precio de la energía y los problemas derivados de las infraestructuras, ambas para un 32%. Siguen, en orden de importancia, la despoblación (un 29% de los encuestados) y la caída del turismo (para el 5%).
Por último, la crisis del coronavirus ha impulsado el teletrabajo en España y eso también está reflejado en la encuenta. El 68% de los economistas de Toledo consideran que pueden trabajar en remoto más del 50% de su trabajo, siendo tan solo un 30% quienes lo hace actualmente (un 14% entre el 50% y el 75% de sus tareas y otro 16% más del 75%).