Paseos terapéuticos a un kilómetro de las residencias

F. J. R.
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La nueva resolución de Sanidad sobre medidas anti Covid permite a los residentes de Toledo, y del resto de municipios en nivel 2 de restricciones, salir acompañados

Un interno de la residencia de Benquerencia, en el Polígono, saliendo de paseo ayer con sus familiares. - Foto: Yolanda Lancha

El desbarajuste de niveles de restricción que ha vivido la ciudad de Toledo en los últimos días parece estar ya estabilizado. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha publicó en la noche del martes una nueva resolución de la Consejería de Sanidad sobre las medidas anti Covid y los criterios seguidos para establecerlas y, entre ellas, además de las ya conocidas para la hostelería y el ocio, destaca una buena noticia para los internos de las residencias de mayores de la ciudad y de todos los municipios de la provincia, a excepción de Fuensalida y Mora.

Y es que, como novedad desde que arrancara la pandemia, en el actual nivel 2 de medidas restrictivas la Junta permite desde ayer que durante el tiempo de las visitas se puede llevar a cabo «un paseo terapéutico» con los familiares o allegados visitantes «por los alrededores del centro, nunca a más de un kilómetro del mismo, siempre que a criterio de  sus  responsables  no  exista  impedimento  o  motivos  que  lo  desaconsejen».  

En  estas  salidas, añade la resolución, los  familiares  o allegados deben responsabilizarse de cumplir con todas las medidas de protección y prevención recomendadas.

La nueva medida, que ha sido gratamente acogida por los familiares de internos, no excluye a aquellas personas que no reciban visitas. Así, la resolución indica expresamente que, en el caso de no tenerlas, «dichos paseos podrán efectuarse acompañados del personal del centro a criterio de sus responsables».

Piluca Alba Benayas, hermana de una interna de la residencia de mayores de la avenida de Barber, asegura sentirse «alucinada» con los cambios en las resoluciones pero, aunque sigue sin entender bien el cambio de criterio, «y más con mayor tasa de incidencia del virus si cabe», lo asume con satisfacción.

«Gracias a Dios podemos visitarles», afirma esta familiar de residente, que hasta hace poco llevaba un año pidiendo poder ver a su hermana y reclamando una minoración de las medidas acorde con la vacunación y la situación pandémica.

El poder salir a pasear con su hermana fuera del centro es una buena noticia, pero Piluca reconoce que «no se entiende muy bien la medida».

En su opinión, como le sucede a muchos familiares de internos, hay incoherencias en el hecho de que se restrinja la distancia a un kilómetro de la residencia --«¿cómo lo van a calcular e impedir?», se pregunta-- y, sobre todo, que tanto las visitas como los nuevos paseos por el exterior tengan una duración máxima de tres cuartos de hora.

«¿En tres cuartos de hora no te contagias y en una hora sí? ¿Por qué no amplían a una hora de visita o salida y así sería más tiempo para todos?», afirma Piluca, que reconoce que en su caso, y en el de muchos, el tener que movilizar a su hermana supone invertir mucho tiempo en desplazar la silla de ruedas, así que «cuando sales por la puerta y avanzas unos metros prácticamente te tienes que volver».

Con todo, sabedora de lo que cuesta ir ganado tiempo y visitas con los residentes de centros sociosanitarios, Piluca prefiere disfrutar en los próximos días de esta nueva concesión paseando de nuevo junto a su hermana.