El Ayuntamiento de Talavera ha cerrado «de manera provisional» al tráfico la calle Arco de San Pedro para una mayor seguridad de los peatones en esta parte de la ciudad, donde está implantado un supermercado y una serie de establecimientos de hostelería. Para ello, se recurre por el momento a un vallado con un cartel en el que se informa a los conductores de que la calle es peatonal y que impide el acceso de vehículos durante un espacio de doce horas al día.

Dada la idiosincrasia de esta vía, «supone un riesgo para los peatones deambular por esa zona en confluencia en este caso compartiendo el espacio con los vehículos», explicó a La Tribuna la portavoz del equipo de Gobierno, Flora Bellón. En este sentido, apuntó que ahora «hay más afluencia de peatones» como consecuencia de la reciente apertura de un supermercado en esta vía del Casco, que se suma a la que ya se venía registrando por los establecimientos hosteleros allí implantados.

Como indicó la portavoz municipal, los propios hosteleros trasladaron que «quizá era conveniente cerrarlo al tráfico de vehículos porque había problemas en cuanto a la seguridad». En este sentido, Bellón confirmó que existen varios informes del Cuerpo de Agentes de Movilidad que apuntan a la conveniencia de proceder a este cierre al tráfico rodado de esta calle.

Por todo ello, «se ha decidido por el momento cerrarlo al tráfico durante un horario determinado». En concreto, el cierre de esta céntrica calle al paso de vehículos se mantiene desde las 12 de la mañana hasta la medianoche. 

Se suma el cierre que ya estaba establecido en esta misma zona con anterioridad durante los fines de semana, jornadas en las que son varias las calles de este área las que se peatonalizan ante el  incremento de público en los locales de hostelería del Casco. Una medida que se adoptó en el anterior mandato «por motivos de seguridad y por la afluencia de público en la zona del Casco a efectos de hostelería», con la que se impidió el acceso de vehículos al área delimitada, a excepción de residentes así como para carga y descarga durante los fines de semana.

Zona de bajas emisiones. La medida adoptada recientemente es «puntual» con la intención de comprobar «qué tal funciona», según indicó Flora Bellón. Sobre esta cuestión, la portavoz se refirió al proyecto en el que se viene trabajando desde el Consistorio talaverano para implantar una zona de bajas emisiones en la ciudad. 

Como recordó la portavoz, la iniciativa arrancará con la creación de una primera fase como proyecto piloto en la calle Trinidad. Sin embargo, la medida se extenderá a más puntos del Casco Histórico, como podría ser esta calle, ya no solo para «proteger a los peatones» sino para habilitar esa zona de bajas emisiones.

En cualquier caso, Bellón recordó que en el marco de este proceso se elaborará una ordenanza municipal para regular esta zona, que se crea para el cumplimiento de la Ley contra el cambio climático y transición energética, que establece que los municipios de más de 50.000 habitantes han de contar con una zona de bajas emisiones implantada antes del 1 de enero de 2023.

Esta normativa pretende luchar contra el cambio climático con políticas transversales y medidas que favorezcan la reducción de emisiones de CO2 y pasa por medidas como incluir electricidad 100% renovable, coches que no emitan gas invernadero, agricultura neutra y un sistema fiscal que lleve a la descarbonización.

La pretensión del Ayuntamiento es elaborar dicha ordenanza mediante un proceso de participación ciudadana en el que se tendrá en cuenta a vecinos y empresarios de la zona.