Al margen de daños puntuales en elementos arquitectónicos, como el Templete de la Vega, el arbolado de la ciudad ha sido el gran perjudicado por el paso de Filomena. El Ayuntamiento continúa quitándolo y renovándolo todavía, dado que los técnicos municipales recomendaron esperar hasta esta primavera para ver si volvían a revivir. Así lo ha explicado la alcaldesa, Milagros Tolón, quien ha apuntado que en estos momentos se están quitando los elementos secos en espacios como la misma Vega, «con mucho pesar».

Pero sobre todo, Tolón ha anunciado que en los presupuestos de este año va una partida muy superior a la de ejercicios anteriores para un plan de arbolado con especies autóctonas para toda la ciudad. Será a partir del mes de octubre.

Especies. Laureles y cipreses son los árboles que más sufrieron con Filomena. Además, también se han dañado mucho árboles que no son autóctonos y que se plantaron de manera masiva en Toledo en los años setenta.

Ahora, ha explicado la edil Marta Medina, se van a plantar muchos árboles autóctonos, aunque también otros que no lo son tanto, pero sí se acomodan a las condiciones meteorológicas de Toledo. En estos momentos, por ejemplo, se están poniendo manzanos en Río Estenilla.