Pedro Gómez es una rara avis en la provincia. Se trata de uno del puñado de alcaldes de Izquierda Unida y suma nueve años en el cargo. Por ello, el diputado provincial de la formación, Mario García, visitó recientemente el municipio y ayudó a alzar la voz y reclamar servicios básicos como el centro de salud y el transporte escolar. Entre la agenda local, el equipo de Gobierno se guardaba la reapertura de una de las estancias de la guardería, cerrada desde hace años. Los niños han regresado este curso como una ola después de que el Ayuntamiento resistiera una acusada bajada de la demanda.

«Si quitas la guardería, apaga y vámonos», abrevia el alcalde, que vio el martes el estreno de la nueva estancia. La Pueblanueva luce entre los municipios cercanos a Talavera con sus más de 2.000 habitantes, pero el equipo de Gobierno mira de soslayo la despoblación que amenaza a tantas y tantas localidades de la provincia, principalmente en las comarcas de La Jara y la Sierra de San Vicente.

El equipo de Gobierno se planteó el dilema de acomodarse a la deriva de la bajada de la población infantil en la guardería municipal o invertir en unas reformas que sedujeran a los padres de los pocos niños que nacen en la localidad. Y ejercer también de faro para atraer a los menores de tres años de localidades cercanas, como Montearagón.

De tal manera que el número de los inscritos en el servicio municipal ha sufrido una suerte de efecto acordeón. Hace unos siete años, había 40 niños en la guardería, pero la cifra descendió a los ocho durante la pandemia. Gómez atribuye el precipitado declive a una natalidad en decadencia. No obstante, la presencia ha crecido este curso incipiente hasta los 21 infantes.

«En vez de optar por cerrar la guardería cuando hubo siete niños, invertimos en ella», presume el alcalde. Por entonces, mantenían a dos trabajadores contratados pese a la escasa concurrencia. Ahora, han fichado a uno más para encarar esta ola.

Los padres pueden dejar a los niños en la guardería municipal entre las 8 y las 2 de la tarde de lunes a viernes. Por ello pagan 80 euros al mes. Con estas condiciones, el Ayuntamiento de La Pueblanueva confía en que lleguen bebés de otras localidades cercanas que corrijan el efecto de la baja natalidad. Por ejemplo, uno de los inscritos procede de Montearagón, municipio localizado a ocho kilómetros.

Entre los planes, figura la incorporación del comedor al servicio «fundamental» a favor de los padres. De esta manera, los progenitores estarán más liberados entre semana. «Es la idea», señala como parte del itinerario trazado por su equipo para intentar devolver infancia a La Pueblanueva.