Las tripas de un coche de carreras eléctrico

M.G
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La Plaza del Ayuntamiento acogió ayer la actividad 'Callejeros ingenieros', que congregó a numeroso público interesado en conocer distintas fuentes de energía, motores y materiales del prototipo

Las tripas de un coche de carreras eléctrico - Foto: Yolanda Redondo

A ochenta kilómetros por hora como máxima velocidad y con una autonomía de más de 25 minutos.  La carpa que se situó ayer en la plaza del Ayuntamiento contaba con un protagonista con mucho gancho, un vehículo eléctrico de carreras diseñado por los alumnos de la Escuela de Ingeniería Industrial y Aeroespacial de Toledo para competir en el concurso internacional  Fórmula Student.

El coche está preparado para recorrer 100 metros en tres segundos, una buena velocidad, pero los universitarios quieren seguir retocando el modelo para mejorarlo y ascender puestos en la lista de las próximas competiciones. «Aquí se trabaja con el ensayo y error», explica Sergio Rafael, jefe del departamento de electricidad y electrónica. El vehículo participó por primera vez en Fórmula Student, en el circuito de Montmeló, en 2017 y volverá a encender el motor el próximo año para intentar acortar distancias con el prototipo más rápido, capaz de recorrer 100 metros en 1,6 segundos.

El vehículo expuesto forma parte de la actividad que preparó parte del equipo de ‘Ciencia a la Carta’, una asociación sin ánimo de lucro para la divulgación de la ciencia y el fomento del pensamiento crítico, que acaba de cumplir su segundo aniversario. El año pasado el grupo de investigadores y científicos optó por realizar un paseo científico por el Casco por su primer año, pero esta vez ha querido acercar la ingeniería a la ciudadanía, con la colaboración del Ayuntamiento de Toledo, y ofrecer pequeñas charlas sobre las distintas fuentes de energía, las alternativas de motor, los materiales,  las subsistemas relacionados con el chasis -suspensión, dirección y transmisión- la diferencia entre fluidos compresibles e incompresibles y los distintos mecanismos de control informáticos.

éxito. La actividad despertó mucha curiosidad y un buen número de ciudadanos se acercó a ver de cerca el coche de carreras y a pasar un rato ameno aprendiendo algunos aspectos básicos de la ingeniería. El stand de fuentes de energía  destacó por sus experimentos sobre pilas, sobre todo, la que utiliza hidrógeno como combustible. En este caso, la coordinadora de ‘Ciencia a la Carta’, María José Muñoz, aseguró «que el funcionamiento de un coche eléctrico con pila de combustible sería muy parecido al de gasolina», pero el mercado de la automoción se decanta, de momento, por las baterías recargables en lugar de por las hidrogeneras, que permitirían un repostaje rápido a los vehículos.

«La tecnología eléctrica es muy cara porque utiliza metales nobles que son muy escasos y caros». Si bien, Muñoz considera que el principal problema es la indecisión de los países en general a la hora de apostar por avanzar en este sector.

La profesora de la UCLM detalló también cómo el hidrógeno termina siendo un buen combustible. «La reacción del hidrógeno almacenado en un recipiente y el oxígeno atmosférico genera moléculas de agua y una corriente de electrones». El público se quedó muy sorprendido con los experimentos de esta mesa, pero, sin duda, la charla que más tirón tuvo fue la dedicada al chasis, en la que los expertos explicaron la geometría de Ackermann y las implicaciones en el giro del ancho del vehículo.

El coche de carreras también fue presentado en sociedad por una decena de alumnos universitarios, muy orgullosos con su diseño, también muy implicados en materializar distintas mejoras para que el vehículo conquiste Montmeló en unos meses.