Siempre que se habla de la acción de España en África hay una idea negativa, de referencias bélicas, el desastre de Annual o un estigma colonialista, «pero realmente la gente no sabe qué hacía allí España, por eso hay mucho invento y mucho desconocimiento». De hecho, «España tiene una conexión con África a lo largo de la historia, con un intercambio continuo que viene desde la prehistoria y muy acentuado en la Edad Media, sobre todo».
Quien así lo explica de forma apasionada es el historiador toledano Miguel Ángel Ferreiro, que en su libro 'La Segunda Columna. Lo que dejamos en África' da una visión muy distinta de la historia de España en el continente vecino.
Ferreiro presenta mañana su publicación a partir de las doce y media de la mañana en el patio del convento de Santa Isabel. Estará acompañado por el guía Felipe Vidales, quien, destaca, ha sido todo un apoyo para estas investigaciones.
Visto desde Toledo, la segunda columna de las de Hércules (tan antigua e incluso mítica es la relación de España y África) es la africana, Ceuta, curiosamente, la única española de las dos, ya que Gibraltar es inglesa. Ferreiro ha querido intentar que se entienda la relación entre las dos tierras, eliminando etiquetas reduccionistas. Ha querido contar qué hizo España en el continente vecino, sus construcciones, apoyo humanitario o control de posiciones durante la Edad Media y Moderna. Aborda las causas de la toma de Ceuta y Melilla, entre otras, y la relación de las ciudades hispanoafricanas con su entorno «y analizando la documentación, te sale una valoración muy positiva del impacto de la España moderna en la costa africana».
Una visión sin tópicos del matrimonio España-África'La Segunda Columna' es una obra que romperá estereotipos, acerca la «otra historia de España», como ha explicado Vidales. Ferreiro analiza una relación que viene de muy antiguo. En la época medieval, la guerra que hacían los reinos del norte en la península era contra imperios africanos, o contra reinos con apoyos de África. Aunque aquí el autor rompe tópicos que se siguen defendiendo. La llamada reconquista no fue un campaña militar que eliminaba todo lo que había a su paso; más bien era una absorción de población, «se busca una convivencia y la gente no se va de sus casas», incluidos, los nobles, como habían hecho igualmente los visigodos. Y en las pocas confrontaciones militares entre 'moros' y 'cristianos', había creyentes de ambas religiones en ambos bandos.
Los últimos califas almohades se convierten al cristianismo, por ejemplo, y no solo los defiende Fernando III, sino que los cita Alfonso X en una de sus cantigas, que habla de la defensa de Marraquech. Después, recuerda el autor, Aragón también va desarrollando vasallajes con los reinos de Túnez y Argelia. Hay mercenarios hispanos que son señores de la guerra en África.
Tras la conquista de Granada, parece que solo hay América, pero en realidad tanto Castilla como Portugal siguen teniendo muy en cuenta África, que los tratados de Alcazobas-Toledo y Tordesillas también se abordan el reparto del continente. Es así, «porque Portugal necesitaba defender sus costas del Algarve y Castilla también estaba muy interesada en tener posiciones en la costa vecina, que daba a Granada». De ahí, por ejemplo, la toma de Melilla y multitud de peñones. Después, recuerda Ferreiro, sería Carlos I quien centró sus esfuerzos en la toma de Orán para terminar de controlar el Mediterráneo. Fue «la gran capital española en África, descrita por los nobles como si estuvieran en Toledo, era como una Toledo en África». Además, la política hispánica, con intereses en Europa y América, trató de controlar África más con pactos de vasallaje que con la conquista.
La obra concluye en 1912, cuando se constituye el Protectorado español, época ya más estudiada y sobre la que hay más publicaciones.
Reto Histórico. Miguel Ángel Ferreiro es toledano de adopción, marino de la Armada, historiador, diseñador e «influencer» en el terreno de la historia con el proyecto Reto Histórico. Reto Histórico es una web que comenzó a escribir hace una década, cuando inició la carrera de Historia, y tiene siempre a Toledo como uno de sus pilares. La web tiene unos 35.000 suscriptores. Además el proyecto tiene 270.000 seguidores en Facebook, 34.000 en Twitter y 9.000 en Instagram.
Este es el primer libro de Ferreiro, con el que ha buscado una especialización dentro de la Historia. Su próximo desafío será lanzarse a Youtube y al mundo audiovisual.