Talavera La Nueva vence en solidaridad

Leticia G. Colao
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El Consistorio y los vecinos de la Entidad Local se han volcado con una familia de Ucrania a quien han cedido una vivienda municipal amueblada con donaciones de todo el municipio

Talavera La Nueva vence en solidaridad - Foto: L.T.

La solidaridad no entiende de fronteras y el conflicto bélico en Ucrania lo ha dejado muy claro. Decenas de miles de familias ucranianas han abandonado su país buscando una tierra en paz que les acoja y les dé la tranquilidad que les han quitado las bombas del ejército ruso. Muchas de ellas con destino España y en concreto, Talavera y su comarca.

El municipio de Talavera La Nueva se ha sumado a esta ola de ayuda y colaboración, demostrando que la solidaridad es una más en su localidad. Desde hace una semana cuentan entre sus vecinos con Yana, de 36 años, su madre Lora, y sus hijos Timur, que pronto cumplirá siete, y Anfisa, de dos años y medio, que ya forman parte de la gran familia de Talavera La Nueva. El padre de los niños sigue en Ucrania ayudando a su país en lo que necesiten.

El alcalde de la Entidad Local Menor, Jesús Mencía, explica a La Tribuna que los vecinos de la EATIM han echado el resto. El Ayuntamiento ha cedido la vivienda, conocida como 'casa del médico' y  perfectamente acondicionada con una nueva mano de pintura, los muebles de la cocina, televisión, antena y colchones. La casa ya contaba previamente con lavadora y frigorífico, además de calefacción. El resto, hasta  conseguir una casa confortable a la que no le falta detalle, ha sido donación de los vecinos siguiendo las principales necesidades para una familia que en unos días se ha quedado sin nada.

Talavera La Nueva vence en solidaridadTalavera La Nueva vence en solidaridad - Foto: L.T.Ayudados por elConsistorio, que les decía qué se necesitaba para terminar de amueblar la casa y hacerla habitable, las familias de Talavera La Nueva se han organizado para comprar pequeños electrodomésticos, lámparas, apliques, sábanas, cubiertos o sartenes, entre otras. También han colaborado con comida, por supuesto.

«El pueblo se ha volcado con ellos», explica orgulloso Mencía, que en los últimos días no ha parado junto con sus concejales para hacer su estancia lo más amena posible, alejada del horror que sufrieron en los primeros días desde que estalló el conflicto, y aún con los pensamientos en su tierra ucraniana.

La familia de Yana procede de Járkov, uno de los puntos más devastados por el ejército de Putin. La cercanía del ataque les hizo abandonar su hogar, limitando sus pertenencias a lo que coge en una bolsa, su único equipaje. Atrás quedaron muchos logros, una vida profesional dedicada a la celebración de eventos además de un salón de belleza y la empresa de construcción de su marido.

Llegaron a Madrid tras cuatro días de viaje y después les trasladaron a Talavera, donde se alojaron en una parcela alejada del centro urbano. La necesidad de socializar con otros niños y especialmente la escolarización de Timur, hizo que llegara a oídos del alcalde de Talavera La Nueva que, junto a sus vecinos y una ola de solidaridad improvisada, se puso manos a la obra para acondicionar la casa que con todo el cariño del mundo, han transformado en un hogar.

El idioma es la parte más complicada de esta nueva realidad porque apenas entienden el español. El alcalde se desenvuelve con un traductor del móvil y por el momento, «nos vamos entendiendo». No obstante, para mostrar su agradecimiento por el recibimiento y el calor de toda la localidad, Yana ha empezado a recibir clases de español en Talavera junto con otros compatriotas, lo que hará su estancia mucho más fácil.

Ayer fue Carlos, uno de los concejales del equipo de Gobierno, quien le acompañó en el autobús a la academia, para que supiera cómo moverse con el transporte público e indicarle la ubicación. Después volvió sola y el alcalde le esperaba en la parada del pueblo, comprobando que todo había salido perfectamente.

«Son gente muy amable, están muy agradecidos», dice Mencía, quien explica que el niño está a la espera de la confirmación oficial de Educación para escolarizarse en el CEIP San Isidro, en la EATIM. La pequeña también podrá asistir a la guardería, gestionada por el Consistorio.

Será entonces cuando formen parte de pleno derecho de la acogedora familia de Talavera La Nueva. Ahora solo queda lo mejor.