Alfileritos es «zona acústicamente saturada»

Jaime Galán
-

El documento concluye que se necesita un plan de actuación para declararla de protección acústica. El informe tardó en elaborarse 5 años y su aplicación se frenó por la pandemia. Ahora los técnicos trasladan que habría que volver a realizarlo

Calle Alfileritos, vía que alberga varios locales de ocio nocturno. - Foto: Yolanda Lancha

Reiterativo pero real como la vida misma. Se trata de un nuevo capítulo de las protestas vecinales que se producen como consecuencia de que el ocio nocturno esté instalado junto a edificios residenciales. Tras las quejas procedentes de otros barrios de la ciudad por esta misma problemática, desde el eje que reúne más locales dedicados a esta temática no han dudado en sumarse a la protesta. «Muchos sábados preferimos irnos de casa a quedarnos y no dormir» detalló un vecino del entorno de Alfilertios y Cristo de la Luz que no quiso revelar su nombre por motivos de seguridad. Lo peor de su caso es que el Ayuntamiento accedió hace años a realizar un informe que midiera el nivel de decibelios y, tras concluir el mismo que se cumplen los requisitos para declarar la zona de protección acústica, no han procedido a tomar ninguna medida. De hecho, el vecino en cuestión relata que el informe comenzó a realizarse en el año 2014 y no se terminó hasta cinco años después. «Una vez terminado y concluyendo que se necesita un plan de actuación, llegó la pandemia, una balsa de aceite para nosotros al estar todo cerrado, y ahora con la apertura de estos locales desde Medioambiente nos transmiten que tendrían que volver a repetir el informe por si las circunstancias han cambiado».

Cinco años perdidos para nada. Esa es la sensación que tienen los afectados después de que el documento municipal les diera la razón y no hayan obtenido recompensa.  Y es que dicho estudio se realizó bajo los parámetros de la Ordenanza Reguladora de la Contaminación Ambiental. En la misma se contemplan tres medidores de decibelios límites; de 65 para las mañanas y tardes y de 55 para las noches. En concreto, el artículo 87 de la citada ordenanza establece que «serán declaradas zonas acústicamente saturadas aquellas en las que, aun cuando cada actividad individualmente considerada cumpla con los niveles establecidos en la ordenanza, se sobrepasen en 10 dBA los niveles fijados». En base a estos parámetros, los técnicos municipales realizaron ocho mediciones en puntos de las calles Alfileritos y Cristo de la Luz. 

Las conclusiones reflejan que durante los horarios de mañana  y tarde se cumple con la normativa, salvo alguna excepción, y que por las noches también, a excepción de jueves a domingo, coincidiendo con los días de actividad del ocio nocturno. De esta manera, los resultados concluyen que los decibelios permitidos para las noches de los fines de semana (55 dBA) se superan en los ocho puntos estudiados, superando en tres de ellos los máximos permitidos  en más de 10 puntos, lo que dictamina que puede declararse Zona Acústicamente Saturada (ZAS). En algunos puntos se llega a superar hasta en 18 decibelios de lo que marca la normativa legal. La última conclusión del informe municipal cita textualmente: «Se hace necesario la elaboración de un plan de actuación en la zona que permita reducir los niveles de ruido actuales». 

Los vecinos cuentan que pese a contar con una prueba de este calibre, desde Medioambiente les confirmaron que «serviría al menos para reducir los horarios de apertura», pero ahora les trasladan que es competencia de la Junta y que tras pasar dos años desde la elaboración del informe, este debería repetirse. Los afectados también hicieron referencia a las declaraciones del concejal de Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, en las que justificó esta problemática como una falta de educación entre los jóvenes. Estos le responden que «es obvio que lleva razón, pero que eso no quita que el Ayuntamiento deba buscar soluciones y cumplir sus propias ordenanzas».

Ya en el último Consejo de Participación Ciudadana del Casco Histórico, el Consistorio se comprometió a hacer nuevas mediciones, avisando otro concejal, Francisco Rueda, que «llevarán su tiempo». Quién sabe si el sufrimiento de los vecinos se alargará otros cinco años.

ARCHIVADO EN: Pandemia, Francisco Rueda