Cerámica popular hasta ahogar al diablo

C. S. Jara
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La Asociación de Amigos del Museo Ruiz de Luna inaugura una exposición sobre los cuencos del diablo, una pieza popular que se sigue reinterpretando en la actualidad

Cerámica popular hasta ahogar al diablo - Foto: Manu Reino

Vamos a llenarlo hasta ahogar al diablo, para verte, Jesús mío. Es el rito que se asociado al cuenco del diablo, una pieza de cerámica que protagoniza la última exposición organizada por la Asociación de Amigos del Museo Ruiz de Luna. La muestra reúne once piezas de diferentes épocas, de una serie que no ha dejado de reinterpretarse en la actualidad, incluso con elaboraciones ajenas a la cerámica de Talavera.

Según el arqueólogo y miembro de la Asociación de Amigos Domingo Portela la serie empezó con el alfar de Ruiz de Luna, que había recuperado la forma procedente de los siglos XVI, XVII y XVIII y de cuya fábrica salió el primer cuenco del diablo. En la muestra se exhiben precisamente dos piezas de este alfar, correspondientes a sus dos épocas.

Solo se hacen piezas de uso personal como cuencos y tazas, estas últimas se incorporan principalmente en el siglo XX. Se trata en todos los casos de cerámica que llevan siempre la inscripción IHS, que se corresponde con el nombre de Jesús en griego, en el fondo, y un diablo, que se representa agarrado al borde de la taza. Es, en definitiva, el diablo que huye de Jesús, explicaba Portela, y con los que se asocia la costumbre de llenar el recipiente para ahogar al diablo y luego beberlo de un trago para llegar al fondo y ver a Jesús.

Cerámica popular hasta ahogar al diabloCerámica popular hasta ahogar al diablo - Foto: Manu Reino

En esta exposición se muestran, además de las de Ruiz de Luna, dos piezas de El Carmen de Niveiro, una del propio museo y otra de un particular, una taza, que en realidad es un cuenco al que se ha añadido un asa. Artesanía Talaverana representa a la siguiente generación de ceramistas, mientras que los alfares actuales están también representados a través de Centro Cerámico Talavera y Cerámica San Ginés.

Se recogen además dos piezas de Puente del Arzobispo, con su característico color verde y grecas de matas también representativas de la producción de la localidad, que a juicio de Portela trasladaron la tradición de Talavera a través de Francisco Arroyo, que se asienta allí procedente de la fábrica de Ruiz de Luna y El Carmen y forma sociedad con Pedro de la Cal. Finalmente, hay dos piezas actuales del diseñador David Trullo, realizadas en fotocerámica, una técnica de transferencia fotográfica a la porcelana, pero con los mismos motivos.

En la inauguración estuvo presente la concejala de Turismo y Artesanía, María Jesús Pérez, que agradeció el trabajo de la Asociación de Amigos del Ruiz de Luna en la difusión de la cerámica. Por su parte, el presidente de este colectivo, Luis Francisco Peñalver, adelantó que este espacio expositivo que denominó «la vitrina invitada», tendrá continuidad en próximas exposiciones temáticas.