Cinecuenta años de la muerte de Morenito de Talavera
tente nublao
ángel monterrubio
El próximo 13 de marzo de 1973 se cumplirán 50 años de la muerte de Emiliano de la Casa García, Morenito de Talavera, uno de los grandes maestros de la Fiesta de los Toros, precisamente, además, en unos años considerados dorados e irrepetibles por la magnitud y personalidad de sus figuras: Manolete, Domingo Ortega, Pepe Luis Vázquez, Arruza, Pepe Bienvenida, Domingo Dominguín, Antonio Bienvenida, Morenito de Talavera…
Antonio Bienvenida fue su gran rival taurino y su gran amigo del alma, con quien formó pareja de moda durante muchos años. «Es mi hermano», dijo apenadísimo y muy afectado don Antonio el día del entierro del 'Moreno'.  Y es que Bienvenida y Morenito nunca tuvieron ni media palabra, ni de novilleros ni de figuras.
Los dos dejaron una tarde para la historia del toreo: el 18 de septiembre de 1941 en Las Ventas de Madrid, que quedó grabada en la memoria de los aficionados y ha pasado de boca en boca hasta nuestros días. Cartel: Antoñito Bienvenida, Morenito de Talavera y Juan Mari Pérez Tabernero, novillos de Antonio Pérez Tabernero. Antoñito Bienvenida dio tres pases cambiados con la muleta plegada que dejó a los aficionados con la boca abierta y Morenito respondió con cuatro pares al quiebro desde el mismo centro de la plaza que pusieron al respetable los pelos de punta. Dicen las crónicas que ni una cosa ni otra se ha vuelto a superar, y que los madrileños dudaban de lo que habían visto. Quedaron sobrecogidos y atónitos.
También las viejas crónicas taurinas hablan de su honradez torera, de su terco tesón en los inicios por esas plazas de carros de la Tierra de Talavera hasta triunfar, de su entrega, de que es posible que nadie haya vuelto a banderillear ni estoquear a los toros por lo derecho como él y sobre todo de su valentía épica, serena, que se puede resumir en una pregunta-admiración que en la plaza de toros de Aranjuez le hizo a Emiliano de la Casa, Morenito de Talavera, nada menos que el mismísimo maestro Domingo Ortega, después de un quite por faroles de rodillas que puso la plaza patas arriba y que ha pasado a engrosar la lista de frases célebres de la tauromaquia:
-Oye, Moreno. ¿Dónde compras tanto valor?
Talavera, que nunca terminó de tratarlo como se merecía, debería tener, en el 50 aniversario de su muerte, un recuerdo para uno de sus hijos ilustres, que llevó con orgullo el nombre de la ciudad por todas las plazas de toros de España y América.