La escultura del ‘Hércules Gaditanus’ es una de las piezas de bulto redondo más valiosas halladas en la ciudad y una de las mejor conservadas de España que, dentro de poco, volverá a casa. Lo hará en el Museo Ruiz de Luna, donde se expondrá después de muchos años lejos de Talavera, aportando un valor añadido a las joyas artísticas y monumentales con las que ya cuenta la ciudad.

El importante hallazgo llegó en la primavera de 1996, durante las excavaciones en el solar de la calle San Clemente 10, en el sector polígono M-34, ante la construcción en esa zona de varios bloques de viviendas. En este entorno, los arqueólogos César Pacheco y Alberto Moraleda realizaban las tareas arqueológicas previas donde, igualmente, se han encontrado otros importantes restos de época romana y medieval al ser una «zona de alto potencial arqueológico»; no obstante, se trata de la parte suroccidental de la antigua urbe romana Caesaróbriga.

El arqueólogo recuerda que en uno de los sondeos hallaron primero una pequeña cara a dos metros de profundidad. «Menudo sorpresón nos  llevamos», indica, hallazgo que vino acompañado de otra escultura,   también de bronce, de la parte inferior de una estatua, en ese caso una parte de la pierna y el pie con una sandalia de una escultura femenina a tamaño natural.

El Hércules, de 54 centímetros, un peso aproximado de 9 kilos y posiblemente fechada en el siglo II d.C., cuenta en la parte superior de la cabeza con el orificio original practicado para la técnica de la cera perdida. Representa una  imagen clásica del Hércules, totalmente desnudo y de aspecto atlético. Tiene la cabeza ligeramente girada hacia su lado izquierdo, con la imagen fija a la altura del plano horizontal. El rostro presenta una barba abundante y la expresión es seria con un atisbo de sufrimiento. Los ojos tienen sendos orificios en vacío, donde presumiblemente pudo aplicarse pasta vítrea en su origen, recogen en un estudio los arqueólogos Pacheco, Moraleda y Miguel de la Vega.

Le falta el brazo izquierdo, mientras que en el derecho, separado del cuerpo, se encuentra un poco flexionado, quedando la mano a la altura de la pelvis; esta tiene mutiladas las falanges de los tres dedos centrales. Descarga todo el peso del  cuerpo sobre su pierna derecha, faltándole entero el pie. La otra pierna está levemente flexionada y tan solo se conserva parte del pie. Iconográficamente, y de acuerdo con sus rasgos físicos y artísticos, responde a una variante icónica deHércules.

Por la propia disposición de su mano derecha, se cree que en un  principio sostenía la clava, mientras que en el brazo que le falta, se la da la posibilidad de que sostuviera la mítica manzana de las Hespérides (dentro de los Trabajos de Hércules), hacia la que parece dirigir la mirada.

Uno de los más importantes hallazgos. La pieza cuenta con «muchísima influencia clásica-helénica» a pesar de su origen romano, y es «uno de los más importantes hallazgos arqueológicos realizados en la ciudad», dice Pacheco.

Al parecer, y siguiendo el contexto en el que se encontraron, «daba la impresión de que seguían un  proceso de ocultamiento, escondidas desde la época tardía, sobre el siglo IV».

Pacheco explica que la escultura fue recuperada por el Instituto de Restauración de Bienes Históricos del Ministerio de Cultura y participó en una exposición sobre Trajano que viajó a Mérida y Zaragoza. En Talavera solo se ha expuesto una vez, en el Ruiz de Luna en el año 2000, en el marco de una muestra de arqueología romana titulada ‘Hércules 2000’, junto a otras piezas metálicas.

La obra se encuentra en el Museo de Santa Cruz de Toledo desde su hallazgo y salvo estas excepciones ya comentadas, aunque normalmente ha estado ‘escondida’ en el almacén sin exponer.

César Pacheco, uno de los descubridores de la singular pieza, acoge con satisfacción su vuelta, y la posibilidad de que algún día Talavera cuente con un Museo de la Ciudad donde se expongan esta y otras muchas más piezas de su pasado histórico. El Hércules se marchó al Santa Cruz, museo de carácter provincial, a pesar de que muchas voces se levantaron en contra reclamando que la pieza regresara a la ciudad, más aún si no se encontraba expuesta. 25 años después, el Hércules volverá.