Juan y Salvador entraron el día 23, hacia las ocho de la noche, en el salón de plenos de Esquivias y recibieron una ovación cerrada. Allí, aguardaban por sorpresa la alcaldesa, Milagros del Barrio, y sus familias. Emocionados, estos camioneros protagonizaban un homenaje por el arrojo de completar los 6.300 kilómetros de ida y vuelta a la frontera entre Ucrania y Rumanía para transportar la ayuda del municipio y de Borox, fruto de la colaboración de numerosos voluntarios que ayudaron durante días al embalaje.

«Me siento con mucha tristeza y mucha alegría porque pones tu granito de arena», describía en palabras a este diario Juan Moreno, el camionero autónomo de 54 años que aprovechó el paro del transporte para ofrecer desinteresadamente su vehículo al Ayuntamiento de Esquivias y transportar la ropa, medicinas, alimentos, calzados o juguetes recogidos en la campaña de ayuda a Ucrania.

Su amigo Salvador Merino, vecino de Illescas, se apuntó también a la expedición. Se turnaron para conducir hacia la región rumana de Maramures, hasta un monasterio ortodoxo en la localidad de Rona de Sus, junto a la frontera.

Homenaje a dos camioneros por llevar ayuda sagreña a UcraniaLa elección del destino se debió a una sugerencia de una vecina sagreña porque su hermano habita en el monasterio, en una población con mayoría de vecinos de origen ucraniano. Allí, llegan muchos huidos de la invasión de las tropas rusas. «Había muchas mujeres con niños de la mano. Con cara de pena, de sufrimiento, de derrota», detalla Juan, que visitó el puesto fronterizo cercano a Rona de Sus.

Los dos camioneros permanecieron apenas 24 horas en la zona y regresaron a sus hogares en La Sagra con la satisfacción de haber colaborado con una buena causa. Así se lo ha reconocido Esquivias.