El polvo del Sáhara deja un manto naranja en Talavera

LT/Efe
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La calidad del aire es extremadamente desfavorable en algunas zonas del país por los altos niveles de concentración de partículas que afectan negativamente a la salud

El polvo del Sáhara deja un manto naranja en Talavera - Foto: Manu Reino

La llegada de una lengua de polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara se dejó sentir ayer en Talavera, donde los coches y las calles de la ciudad amanecieron con una capa de barro. Al mismo tiempo, la calima estuvo presente a lo largo de todo el día en el ambiente, con un manto de color naranja que cubría toda la ciudad con una capa de polvo asentada en coches, edificios, calles y otras superficies.

Este polvo del desierto, impulsado por los vientos de la borrasca Celia, elevó a la categoría de «extremadamente desfavorable» la calidad del aire en amplias zonas del país, por los altos niveles de concentración de partículas PM10, afectando seriamente a la salud.

Así en diferentes estaciones de control de las provincias de Murcia, Alicante, Almería, Madrid, Albacete, Guadalajara, Segovia, Ávila y Burgos, entre otras, la calidad del aire es «extremadamente desfavorable» por las partículas PM10 en suspensión, según los últimos datos del Índice de Calidad del Aire en España (ICA).

El polvo del Sáhara deja un manto naranja en TalaveraEl polvo del Sáhara deja un manto naranja en Talavera - Foto: Manu ReinoEn otras áreas de las provincias de Cuenca, el extrarradio de la Comunidad de Madrid, Ciudad Real, Valladolid y León, la calidad del aire era «desfavorables o muy desfavorable»,según el índice del ICA que también apuntaba a que la prolongación de esta situación.

Según los expertos, esta situación es la consecuencia de un «excepcional» episodio de polvo procedente del desierto del Sáhara, un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía varias décadas y que se dirige de sur a norte por el este del país impulsado por los vientos generados por la borrasca Celia.

Desde la Aemet han alertado también de esta particular situación favorecida por ese viento cálido de origen africano que ha elevado las temperaturas hasta los 20 grados o más en puntos del sureste peninsular y hasta los 18 grados en el Cantábrico oriental.