Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Vox ya es partido de gobierno

11/03/2022

En 2018 no quiso someterse al proceso de primarias que planteó el Partido Popular porque no era su momento. Había demasiadas turbulencias en su partido, y acababan de suceder otras a nivel político en el país, con las que prefirió no lidiar en aquel momento apelando a su tierra. Alberto Núñez Feijóo ya entonces tenía en la cabeza dirigir la formación, aunque quería hacerlo con un partido unido, con pleno apoyo para encabezar un solo proyecto.
Poco después el partido se sometía a un proceso de primarias, camino inexplorado por aquel entonces y que el propio Mariano Rajoy ha reconocido recientemente que no fue tan buena idea, y que acabó con una batalla fratricida entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, que ironías del destino, acabó aupando a Pablo Casado a la presidencia del partido.
Nada hacia sospechar que los posos de aquella batalla llegarían hasta hoy en la figura de Isabel Díaz Ayuso, haciendo saltar por los aires toda ensoñación o espejismo de unidad. Feijóo ha venido aclamado, pero envuelto igualmente en turbulencias, internas, y también externas, por lo que lejos de conseguir una transición estable y tranquila para volver a convertir el partido popular en un referente de Estado en la oposición, será un camino de espinas que a día de hoy tiene un final incierto.
Feijóo no solo deberá apaciguar las ansias de poder y notoriedad de Isabel Díaz Ayuso, artífice de la caída de Casado y de su mano derecha, Teodoro García Egea, sino que deberá lidiar con una bestia que aún no ha enseñado toda su dentadura, al menos en España, y que está a punto de hacerlo.
Lo han adivinado, es la entrada de Vox en el primer gobierno regional en España, con la bendición del PP, en Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco (PP), ganador de las elecciones con 31 procuradores de 81, y Juan García-Gallardo (Vox) con 13, se abrazaban ayer en Valladolid tras el acuerdo de gobierno alcanzado para la legislatura tras varios días de negociaciones y faroles hasta el último momento. Finalmente, y como muchos temíamos, se llegó a ese acuerdo, que se materializará en la presidencia de las Cortes, una vicepresidencia y 3 consejerías para el partido de extrema derecha, además de un documento con 32 puntos que fija los objetivos de la legislatura. Entre ellos se menciona una ley de violencia «intrafamiliar», que no de género o machista, o regular las migraciones.
Más allá de los sillones, están las líneas rojas. El propio jefe de los populares europeos, Donald Tusk, tildaba de «capitulación» este acuerdo con el que Vox toca poder por primera vez, de verdad quiero decir. «Para mí es una triste sorpresa» añadió el expresidente del Consejo Europeo. Núñez Feijóo llegó defendiendo la centralidad y una política de Estado que este acuerdo ha dejado muy escoradas. Le será muy difícil explicar su moderada posición ante el Congreso, que sin duda le esperará para reprochar al PP su abrazo a Abascal. ¿Qué dirá Rajoy de esto?