Devoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera

Efe
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El Monasterio de las Bernardas ha recibido a los fieles que cada primer viernes de marzo rinde culto al popular Cristo

Devoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera - Foto: Manu Reino (Efe)

Cientos de personas de Talavera de la Reina y de localidades cercanas han acudido al monasterio de las Bernardas de Talavera de la Reina (Toledo) para venerar al Cristo de Medinaceli, como cada primer viernes de marzo, y comprar algunos de los dulces que hacen las monjas.

La tradición manda que hay que pedir tres deseos y así lo ha hecho Carmen Asensio, quien se ha guardado en su intimidad los deseos pedidos y ha dicho a EFE que para ella visitar el Cristo "es el no va más" y lleva haciéndolo unos 50 años, desde que llegó a vivir a Talavera de la Reina.

"Venir al Cristo para mí supone que me puedo marchar a mi casa tranquila", ha destacado, y además siempre lleva unos dulces para casa "porque están muy buenos", ha agregado sonriendo.

Devoción por el Cristo de Medinaceli de TalaveraDevoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera - Foto: Manu Reino (Efe)La pequeña iglesia del monasterio de las Madres Bernardas, ubicado en el corazón del casco antiguo de Talavera de la Reina, recibe a cientos de vecinos cada primer viernes de marzo desde 1945, fecha en que un matrimonio de la ciudad donó una imagen del Cristo de Medinaceli (Jesús Nazareno) y nació esta devoción.

Inicialmente, las religiosas proyectaron el culto todos los viernes del año, pero muy pronto adoptaron hacerlo el primer viernes de marzo igual que hacen otras ciudades, entre ellas Madrid.

Guardando cola, para la compra de dulces, se encuentra Almudena, que es su primer año visitando al Cristo de Medinaceli, quien ha dicho a EFE que le ha impactado la cantidad de gente que acude y que ella ha conocido la tradición a través de una amiga.

Devoción por el Cristo de Medinaceli de TalaveraDevoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera - Foto: Manu Reino (Efe)La devoción al Cristo no sólo se compone del rito (oración, besar los pies de la imagen y pedir tres deseos) sino que muchos talaveranos aprovechan para comprar algunos de los dulces que elaboran las seis religiosas del monasterio: magdalenas, pastas, tortas, galletas y rosquillas.

Abandonada -desde hace años- su habilidad para tejer prendas de punto por encargo, las religiosas Bernardas se han ganado una justa reputación en repostería y sus dulces se pueden comprar en el convento, en el mercadillo que los primeros sábados del mes se instala en las calles del casco viejo y, en particular, el día del Cristo de Medinaceli.

Los días previos al primer viernes de marzo las religiosas se afanan para tener elaborados y embolsados los dulces porque ya conocen la gran afluencia de público y la demanda de repostería.

Devoción por el Cristo de Medinaceli de TalaveraDevoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera - Foto: Manu Reino (Efe)"La venta de dulces es la manera que tenemos de sobrevivir en el convento", ha dicho a EFE una de las monjas, que detalla que alguna de las monjas que quedan llevan más de 40 años haciendo dulces.

Devoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera
Devoción por el Cristo de Medinaceli de Talavera - Foto: Manu Reino (Efe)
"Una tradición que esperemos no se pierda", ha apostillado.