Es fácil ser valiente desde una distancia segura. Todos valemos para eso. Lo difícil es tener arrojo en primera línea de conflicto. Médicos, enfermeras, celadores, limpiadoras, conductores de ambulancias y el resto del personal sanitario que integran nuestros hospitales están siendo hoy en día los más castigados por la pandemia mundial del coronavirus. Su trabajo es cuidar nuestra salud, proteger nuestras vidas, aun a riesgo de la suya propia. Y lo están haciendo. Son unos auténticos héroes, y merecen nuestro reconocimiento.
En la provincia de Toledo son centenares los sanitarios que luchan desde mediados del pasado mes de marzo contra el covid-19. Hombres y mujeres anónimos que cada día se embozan sus mascarillas para tratar de restar víctimas al virus. Sus rostros cubiertos son seña de identidad, aunque en estos momentos también se han vuelto demasiado frecuentes las bolsas de basura que muchos utilizan para protegerse. La falta de medios ha agudizado el ingenio, y en la guerra contra el coronavirus todo vale para frenar al enemigo invisible. Por fortuna, parece que en los últimos días el flujo de material se ha vuelto constante, pero ellos son el principal activo de nuestra sociedad para combatir la pandemia.
Tampoco hay que olvidar a los que estos días vigilan las calles. Policías locales, guardias civiles, policía nacional, militares, protección civil y bomberos también forman parte de la barrera protectora contra el coronavirus. Custodian para que se cumpla el confinamiento de la cuarentena, disuaden a los inconscientes y ayudan a los ciudadanos que más lo necesitan en estos tiempos de suma necesidad. Están en el campo de acción del virus, son potenciales víctimas de su propagación, pero no dan ni un paso atrás.
Muro toledano contra la pandemiaLa labor de todos esos ciudadanos que estos días se enfrentan al coronavirus cara a cara no está pasando desapercibida para la población. Por todas partes surgen los agradecimientos espontáneos. Los balcones se han convertido en la mejor forma de reivindicar su trabajo en estos días, y también se han vuelto frecuentes las muestras mutuas de admiración entre estos valientes que luchan contra el virus. Los coches de policía en las puertas de las Urgencias de los hospitales con las sirenas puestas y aplaudiendo son otro de los iconos que dejará esta situación. Es el homenaje de unos héroes a otros.
La situación excepcional que vivimos ha roto todos los esquemas, pero está demostrando nuestra verdadera valía como sociedad. Entrega, valor, sacrificio, solidaridad... son palabras que en los últimos días han cobrado mucho más sentido. Por todo eso, sabedores del esfuerzo de muchos, desde La Tribuna de Toledo no hemos querido olvidarnos de ellos con los rostros de unos pocos héroes anónimos. Nuestro auténtico muro frente al coronavirus.