San Antón espera que de verdad «se utilice el Quixote CREA»

J. Monroy
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Sobre Palomarejos, Tomás Ruiz pide que se esté muy atento a los aprovechamientos urbanísticos, para que no vuelvan a construirse viviendas y quede sin hacerse la parte pública

San Antón espera que de verdad «se utilice el Quixote CREA»

Muy pendiente va a estar el barrio de San Antón de la concreción de los anuncios que ha hecho el Ayuntamiento en torno a la reforma de Palomarejos. No en vano, recuerda el presidente de la Asociación de Vecinos La Verdad, este será un barrio que se verá muy afectado por la posible construcción del Palacio de los Deportes, sin contar con que allí también está el Quixote CREA, que según ha adelantado la Junta, se cederá en breve a la Universidad.

Hace muchos años, recuerda Ruiz, que San Antón lleva esperando una solución para el Quixote CREA y si llega una solución «será bienvenida». Porque después de tanto tiempo, la Asociación pide que se dé al edificio una vida útil o se derribe, «no se puede mantener un edificio así acotados terrenos públicos a su alrededor, hay que darle una solución». Eso sí, habrá que concretar el fin de esta infraestructura, porque hasta el momento los anuncios son muy amplios, se desconoce qué facultad puede ir. «Esperemos que no se quede en otro anuncio», apunta Ruiz. También habrá que estudiar todo muy bien, porque aunque el inmueble tiene aparcamientos, puede llevar más problemas al entorno, «pero por lo menos que el edificio se utilice, porque después de tanta inversión, que tenga uso».

Dudas sobre Palomarejos. Sobre los proyectos de Palomarejos, Ruiz entiende que habrá que estar muy pendiente de los aprovechamientos urbanísticos de los que en teoría saldrá el dinero y las herramientas jurídicas de ordenamiento con las que se llevarán a cabo. Será complicado porque habrá aprovechamientos públicos y privados «y habrá que estar pendientes para que se hagan las urbanizaciones, porque suele pasar que primero se hace el aprovechamiento lucrativo y luego se encuentran dificultades para terminar la parte pública». A la postre, en ocasiones «hay que autorizar nuevos aprovechamientos para poder financiar lo que ha quedado sin hacer».

Pero todo «será a muy largo plazo». Tanto es así, que al final pueden surgir problemas. Ruiz ya conoce un buen número de proyectos para la zona del Salto del Caballo, por ejemplo, que no se han concretado, «hasta que de verdad no se empiece todo el plan, no podremos decir si va a salir adelante todo el plan».

Más allá de los grandes proyectos, el portavoz vecinal recuerda que «la vida residencial también es vida». No son necesarios otros motores más que la creación de viviendas para jóvenes, comercio terciario y un entorno agradable. En ese sentido, entiende que de una vez habrá que actuar sobre Palomarejos «porque si no se hace nada, las previsiones son caóticas, un panorama negro».